The Meridian Trust: descubriendo un tesoro de enseñanzas de budhadharma y filmaciones online

MIREIA PRETUS LABAYEN

«Mediante películas y vídeos, The Meridian Trust transmite los valores tibetanos al resto de la humanidad, trascendiendo las diferencias de nacionalidad y de creencias, y construyendo puentes entre los pueblos del mundo», Su Santidad el Dalái Lama.

La historia de The Meridian Trust (La Fundación Meridiano) y «las personas detrás de la escena», contiene muchos de los ingredientes de una gran historia, y vale la pena dedicar un tiempo a explorarla. Esta ONG del Reino Unido cuenta con el archivo más extenso en el mundo sobre el legado espiritual y cultural único del Tíbet, con miles de horas de material filmado, así como películas y documentales.

Jóvenes monjas del monasterio Dongyu Gatsal Ling, jugando con la cámara. Fotografía cortesía de Kaśka Butkiewicz-Phuntsok

Fue en el año 1981 cuando este sueño colectivo empezó a tomar forma, con el impulso de un grupo de estudiantes occidentales budistas dirigidos por Geoff Jukes, que trabajaba en la industria musical británica, y la visión de Su Santidad el Dalái Lama: grabar y preservar el valioso legado cultural y espiritual del Tíbet para generaciones futuras. Todo empezó con el proceso de filmar a muchos maestros budistas extraordinarios, que eran ya muy mayores, para atesorar su sabiduría, antes de que muchos de ellos fallecieran.

Tras cuarenta años de una intensa y asombrosa labor de muchas personas, bajo la inspiración de Su Santidad el Dalái Lama, que es el Patrón de la fundación The Meridian Trust, el archivo incluye en la actualidad enseñanzas de la primera generación de maestros, como Zong Rinpoche, Lama Yeshe, Denma Lochoe Rinpoche, Trijang Rinpoche, y muchos otros. También contiene enseñanzas y ceremonias de Su Santidad el Dalái Lama, Su Eminencia Sakya Trizin, Thich Nhat Hanh, y cursos completos de maestros como Ven. Namkhai Norbu, Ven. Jetsunma Tenzin Palmo, Ven. Robina Courtin, y Alan Wallace. La lista es interminable.

Esta semana, ha tenido lugar un muy interesante y relevante trabajo de Meridian: dar a conocer el fruto del proyecto «Traer el archivo a casa» en el que se ha digitalizado todo el contenido de su archivo, ofreciendo a los tibetanos y budistas en todo el mundo, un acceso directo y gratuito a la colección completa de más de 2000 horas de filmaciones sobre budismo y cultura tibetanos.

Greta Jensen y Kaśka Phuntsok representan la inspiración, pasión y habilidades admirables que han hecho posible esta tarea excepcional, y nos guiarán en este viaje a lo largo de la historia de The Meridian Trust

Orígenes

Greta Jensen (nacida en Inglaterra, en 1942) fue parte de este equipo que inició The Meridian Trust en los años 80. Su historia profesional es impresionante. Ella es consultora de desarrollo de recursos humanos y medioambientales y ha trabajado ampliamente en la India, con una ONG que fundó y dirigió hasta 1997.  Tras ello, trabajó como consultora independiente, ayudando a una gran variedad de organizaciones no gubernamentales internacionales por todo el mundo.

Geoff Jukes y Greta Jensen con una mujer oráculo en Dharamsala. Imagen cortesía de Greta Jensen

Buddhistdoor Global/Buddhistdoor en Español: ¿Podrías compartir con nosotros los orígenes de The Meridian Trust y cómo surgió tu colaboración?

GRETA JENSEN: Fue Geoff Jukes quien tuvo la inspiración y la visión de filmar a eminentes maestros tibetanos, reconocidos por su sabiduría en Tíbet, incluyendo por supuesto a Su Santidad el Dalái Lama. Él empezó las filmaciones a finales de los años 70. Casi al mismo tiempo, conocí a mi maestro tibetano, Kyabje Zong Rinpoche, cuando estaba dando enseñanzas extensas en un centro de dharma en Los Ángeles, donde estaban también empezando a grabar en vídeo a los maestros que los visitaban. Siempre fui una apasionada de la fotografía, por lo que empecé a hacer algunas de esas grabaciones. También me llevé mi cámara super-8, cuando visité el monasterio de mi maestro en el sur de la India. Entonces, de algún modo, me encontré grabando en centros de dharma, tras mi vuelta al Reino Unido. Creo que Geoff me contactó por primera vez en 1984, y mi primera experiencia en la que filmé a Su Santidad el Dalái Lama fue cuando Geoff me pidió que me uniera a un equipo para filmar la visita de Su Santidad el Dalái Lama al Reino Unido, específicamente a Coventry y Glasgow. Cuando Geoff decidió establecer una organización benéfica en 1985, me pidió que fuera una de las primeras administradoras y así nació The Meridian Trust.

BDG/BDE: ¿Y a ti se te ocurrió el nombre?

GJ: A todos los que estábamos involucrados con Meridian en esa época, se nos pidió que pensáramos en un nombre que transmitiera la visión de Geoff sobre la fundación, como algo instrumental para traer el Dharma a Occidente. Yo sugerí «Meridiano» como el símbolo de los puntos de contacto entre Oriente y Occidente.

BDG/BDE: ¿Qué era el «Proyecto Lama»?

GJ: El «Proyecto Lama» fue desarrollado por The Meridian Trust ante la petición urgente de Su Santidad el Dalái Lama en 1987. El objetivo fue grabar en vídeo y archivar las enseñanzas de eminentes maestros budistas tibetanos y se consiguió filmar, para generaciones futuras, las enseñanzas de maestros de la tradición budista y bon, muchos de los cuales, tristemente, ya han fallecido. Filmar a los últimos de estos lamas ancianos, mientras aún estaban entre nosotros, se convirtió en una prioridad para The Meridian Trust durante más de veinte años.

Meridian también entrenó en producción de vídeo a equipos tibetanos, y se aportó equipos de filmación en tres zonas principales en las que se establecieron campamentos de refugiados en la India. En cinco años se produjeron más de 600 horas de grabaciones en vídeo de estos lamas, que fueron completamente únicas.

Hoy en día, las imágenes digitalizadas pueden pasarse a DVD, guardarse en discos duros, transmitirse a través de internet y mucho más. Esto significa que la gente que más se beneficiará de ello, incluidos los monasterios en los que se grabó el material, así como las comunidades tibetanas por todo el mundo, tendrán acceso directo a este valioso archivo.

Todos en The Meridian Trust nos sentimos honrados al poder ofrecer a Su Santidad el Dalái Lama una copia de este archivo, el 28 de enero del 2009, en Dharamsala, India.

BDG/BDE: Tuviste la oportunidad de filmar a Su Santidad el Dalái Lama en la primera iniciación de Kalachakra en Europa, celebrada en Rikon, Suiza, en 1985, así como otras de sus enseñanzas. ¿Puedes compartir con nosotros algunos de tus recuerdos de esa época? ¿Alguna anécdota?

GJ: Filmar el Kalachakra en la carpa principal en Rikon fue para mí una gran tarea. Ya había asistido antes a otra iniciación de Kalachakra en Estados Unidos, en Madison, Wisconsin, donde había trabajado como voluntaria para preparar el lugar del evento. Pero nunca había estado muy cerca del Dalái Lama, por lo que Rikon fue especial, ya que estábamos, por supuesto, muy cerca del escenario.  Aunque puedo ser una buena organizadora, también puedo ser un poco mandona, por lo que coordinar a un equipo de cinco personas más cuatro asistentes de producción, fue una intensa fase de aprendizaje. Sin embargo, fue un extraordinario privilegio ser parte de toda la ceremonia. Como anécdota recuerdo un día en particular, durante la creación del Mandala del Kalachakra. A veces Su Santidad participaba con los monjes del monasterio Namgyal en la creación de la plantilla para el mandala, y ese día  fue algo muy especial, casi íntimo, ya que no había público, así que yo intentaba mantener una distancia respetuosa, pero en esa ocasión, cuando intentaba tirar de un cable de sonido bastante grueso, me di cuenta de que estaba atascado en algún lugar y tenía que dar la vuelta al trono sobre el que luego se sentaría Su Santidad y acercarme al mandala, para liberar el cable. Al acercarme detrás del trono, me encontré cara a cara con Su Santidad, que estaba de pie, con un puñado de cables que él mismo había estado desenredando. Al verme, con una gran sonrisa me dijo: «Oh, aquí estás», mientras me daba los cables de sonido y otros cables, ya desenredados.

Su Santidad el Dalái Lama durante la primera iniciación de Kalachakra en Europa en 1985. Imagen cortesía de The Meridian Trust

BDG/BDE: Leí que uno de tus primeros trabajos de investigación con The Meridian Trust te llevó en 1985 a la India, en un viaje de tres meses por muchos asentamientos de tibetanos. Debió ser una experiencia única. ¿Qué recuerdas de entre las muchas experiencias de ese viaje?

GJ: Filmar «la cápsula del tiempo de 1985», tal y como yo la llamo, fue una experiencia irrepetible. Phunstog Wangyal, de la Oficina de Su Santidad, en Londres, había pedido a Meridian que enviara un equipo a la India para filmar muchos aspectos de la vida tibetana en el exilio.  Geoff me pidió a mí y a mi técnico, Tony Pitts, que nos encargáramos de esta misión, y ambos estábamos muy entusiasmados. Los equipos de vídeo no eran muy sofisticados en esa época, pero Geoff se aseguró que tuviéramos los equipos mejores y más ligeros posibles.

Empezamos nuestro viaje en el campamento de refugiados de Doeguling, en Karnataka, el hogar de los monasterios Ganden y Drepung, que habían sido restablecidos allí—y que habían sido dos de los monasterios más grandes del Tíbet. Llegamos a tiempo para filmar las celebraciones del muy colorido y alegre, año nuevo tibetano (losar), donde había altares colmados de ofrendas y esculturas hechas de mantequilla, increíblemente bellas, en lugares de oración y en los hogares de la gente. En todas partes había personas laicas sosteniendo bufandas blancas de bienvenida, haciendo cola frente a las casas de eminentes maestros, y esperando a hacer las ofrendas y recibir bendiciones. Esto fue seguido por el gran festival de oración (monlam chenmo), con exquisitos cantos que emanaban de las salas de oración, casi a todas horas. Monlam fue también la época para la graduación de aquellos que habían finalizado sus estudios e iban a recibir el grado completo de geshe, así que tuvimos el privilegio de filmar al primer estudiante occidental que lo conseguía, George Dreyfuss (Sangye Samdup), durante sus debates finales ante eminentes académicos. Fue también, muy emocionante, al recordarlo, el poder entrevistar a Nicky Vreeland—ahora, el abad del monasterio Rato—y filmarle durante una de sus primeras clases. 

Desde Doeguling viajamos a otros tres campamentos de refugiados tibetanos en Karnataka. En Dharamsala, nos vimos abrumados por todo lo que pudimos filmar. Desde una entrevista a Su Santidad, a filmar la primera asamblea nacional de la Asociación de Mujeres Tibetanas, varios días de la Asamblea Nacional Tibetana y entrevistas a funcionarios destacados de la administración central tibetana.

Además, filmamos en el monasterio de monjas Geden Choeling, el Instituto de Artes Escénicas, el Instituto Médico Tibetano, la Biblioteca de Obras y Archivos Tibetanos, la Academia de Dialéctica, una escuela especializada en pintura de thangkas, un centro de escultura en madera, el hospital Delek, y las dos áreas de Aldeas de Niños Tibetanos.

Por último, filmamos a Su Santidad el Dalái Lama dando enseñanzas a los niños de las «Aldeas Infantiles Tibetanas» y una transmisión de poder de las ocho manifestaciones de guru Rinpoché. ¡Como puedes ver, fue un programa de acción muy repleto, y una completa inmersión en la cultura tibetana en el exilio!

Greta Jensen filmando a Su Santidad el Dalái Lama en conversación con el cardenal Basil Hume, arzobispo de Westminster, durante su visita al Reino Unido en 1988. Imagen cortesía de Greta Jensen.

BDG/BDE: ¿Qué ha significado para ti ser parte de este proyecto? ¿Y cómo imaginas el futuro de The Meridian Trust y su impacto en el mundo?

GJ: Ser parte de este proyecto ha significado mucho para mí, pero su significado ha ido cambiando a lo largo de los años. Al principio, estaba quizás más involucrada en preservar la cultura tibetana para las generaciones futuras, especialmente debido a que viajaba regularmente a varios campamentos de refugiados en la India, como parte de mi trabajo con ApTT—más adelante, ApTibeT—donde pude ver la vida en los monasterios de monjas y monjes que se habían establecido en el exilio, y vi la importancia de impartir el Dharma tan valioso y puro a las generaciones más jóvenes. 

Filmar a Su Sanitad cuando vino a Europa, y especialmente al Reino Unido, fue posible gracias a la generosidad de Geoff Jukes, y siempre fue un privilegio especial para Meridian. Como equipo de filmación, procuramos ser invisibles durante las charlas, enseñanzas y reuniones con dignatarios, aunque éramos conscientes que estábamos allí siendo en realidad embajadores visuales para difundir los mensajes de Su Santidad por todas partes.

Como miembro fundadora, mi visión personal de Meridian ahora es mucho más amplia que cuando empezamos. Me esfuerzo por mantener un hilo conductor entre los inicios de la fundación, cuando éramos, en ocasiones,  la única organización con la capacidad de filmar las visitas de Su Santidad, a la situación actual, con una gran cantidad de organizaciones vinculadas al budismo, que filman sus propios programas, con nuevos maestros, algunos tibetanos, y cada vez más occidentales cualificados, con algunos de los cuales confío en que estamos desarrollando relaciones creativas y duraderas. Un ejemplo es nuestra colaboración con la Biblioteca de Obras y Archivos Tibetanos en Dharamsala, para el proyecto recientemente completado «Traer el archivo a casa». Hospedar archivos de otras organizaciones, como el maravilloso tesoro virtual de la Tibet Foundation, es otro ejemplo de una colaboración fructífera. 

Deseo que con la nueva página web de Meridian, la oportunidad de expandir nuestra capacidad e impacto, apoye los objetivos que Su Santidad está enfatizando cada vez más, como, por ejemplo: la tradición Nalanda, ética secular, una educación basada en valores (ej. aprendizaje SEE – ético, emocional, social), regeneración medioambiental y cambio climático, y también me gustaría que el alcance de Meridian se expanda al Sudeste Asiático, especialmente a Taiwán y China.

Greta Jensen y Geoff Jukes con Su Santidad el Dalái Lama. Imagen cortesía de Greta Jensen

Presente: expandir The Meridian Trust a un escenario global 

Kaśka Butkiewicz-Phuntsok (Polonia, 1977) destaca en campos diversos y, durante los últimos nueve años, ha estado trabajando en Meridian Trust como la principal realizadora, fotógrafa, directora de proyectos y responsable del archivo digital. Como ella comenta: «Me gusta combinar áreas, que, aunque a primera vista no parecen estar conectadas, sí lo están. Mi formación como antropóloga me ayuda a filmar, investigar nuevos proyectos y gestionar el archivo. Filmar y fotografiar son campos similares, y me ayudan a mejorar mi memoria fotográfica, que es particularmente útil para gestionar el archivo. Debido a que he estado en la India y el Tíbet, estoy familiarizada con la cultura tibetana y lugares en Tíbet, y ello me facilita identificar lo que estoy viendo en antiguas grabaciones. A veces hemos tenido cintas sin ninguna información, así que esto me ayudó a describir y catalogar.»

Kaśka Phuntsok con Ven. Jetsunma Tenzin Palmo. Imagen cortesía de The Meridian Trust

Kaśka es una apasionada de su trabajo y se siente muy afortunada: «Es increíble ser parte de The Meridian Trust. El antiguo archivo es tan bello y tan preciado. Realmente valoro el gran trabajo realizado por tantas personas a lo largo de estos treinta años. Es como una gran carrera de relevos, y ahora estamos llevando todo este trabajo a otra fase, digital y global.»

BDG/BDE: Este año, tú y tu equipo habéis estado desarrollando la nueva página web y digitalizando todos los archivos de la colección. ¿Cómo ha sido este proceso?

Kaśka Phuntsok: Por el momento tenemos 1169 videoclips en nuestra página web. Algunos son de unos treinta minutos de duración, pero otros alcanzan las tres horas. Más de 700 clips van a ser pronto vinculados a la nueva web. Quedan unos 200 clips pendientes de ser editados.

Durante los últimos dos años, hemos estado limpiando y editando nuestro archivo antiguo, con dos editores tibetanos: Jamphel Sherab y Karma Phuntsok en Dharamsala, India, en la LTWA (La Biblioteca de Obras y Archivos Tibetanos). Fue un gran reto, sobre todo durante la pandemia, cuando la India estaba confinada. Los cortes de luz durante el invierno y la temporada de monzones en la India tampoco ayudaron. El departamento audiovisual de la LTWA, con Dolkar Tsering y geshe Lhakdor, nos ofreció una ayuda extraordinaria. Sin ellos, hubiera sido imposible.

Pasamos mucho tiempo analizando y diseñando la nueva página web. Con la ayuda de nuestros amigos de la asociación «Thrive Now Design» en el Reino Unido, y de «We Add Motion» en Dinamarca, intentamos hacer que la página web fuera más fácil e intuitiva a la hora de navegar por ella.

Ha sido realmente un reto, debido a la inmensidad del material. Tenemos enseñanzas recientes, retiros, vídeos de la primera Conferencia Internacional de Monjas Budistas, ahora conocida como Sakyadhita, el viaje de Namkai Norbu Rinpoche al monte Kailash de 1988, los viajes de enseñanzas de Su Santidad el Dalái Lama, y el Kalachakra en Suiza, filmado en gran detalle. 

Estamos muy emocionados, y actualmente estamos entrando en la segunda fase (pruebas de software) por personas que no son parte de Meridian, y probarán cómo funciona nuestra nueva página web.

BDG/BDE: El archivo de The Meridian Trust es extraordinariamente grande y, como resultado, puede resultar bastante complejo para las personas que accedan a él por primera vez. ¿Puedes darnos algún consejo para ayudarnos a navegar a través de este increíble tesoro de enseñanzas de Dharma y filmaciones?

KP: En la página principal, nuestras colecciones están disponibles según los temas: Charlas, Retiros, Cursos, Colecciones de Origen, y Traducciones. Tenemos múltiples enseñanzas traducidas al español. También tenemos un navegador a través del cual se puede explorar la página web a través de categorías como: Colecciones de Origen, Ceremonias, Charlas y Diálogos, Maestros Venerables y Cultura, o a través del nombre del maestro. Esperamos que esto ayude a que la navegación por el archivo sea más fácil.

Kaśka Phuntsok filmando a B. Alan Wallace durante sus enseñanzas en el monasterio de monjas Dongyu Gatsal Ling. Imagen cortesía de The Meridian Trust

BDG/BDE: ¿Cómo se puede contribuir al desarrollo de The Meridian Trust? 

KP: Nuestros contenidos están disponibles de forma gratuita y dependemos de donativos. Los donativos son extremadamente útiles y muy apreciados. Nos permiten mejorar nuestro motor de búsquedas en la página web, poder pagar una plataforma más grande de alojamiento para nuestros archivos de vídeo, y seguir filmando y compartiendo de forma gratuita enseñanzas budistas.

BDG/BDE: ¿Cómo imaginas el futuro de Meridian Trust y su impacto en el mundo?

KP: Nos gustaría llegar al mayor número de personas posible y compartir nuestro trabajo con gente en todo el mundo que esté interesada en el budismo y la cultura tibetanos. Aspiramos a poder continuar filmando y compartiendo enseñanzas del Dharma. 

* Este artículo fue publicado originalmente en inglés en Buddhistdoor Global 

Enlaces:

Estos son los títulos actualmente disponibles con traducción española:

El corazón bondadoso. Enseñanza de Rangjung Naljorma Khandrola.

Relacionándote con la ira y las emociones destructivas. Su santidad el dalái lama.

El camino de Shamatha. Retiro de 8 días de B. Alan Wallace (38 vídeos).

Reseña cinematográfica de Looking for a Lady with Fangs and a Moustache, de Khyentse Norbu *

NINA MÜLLER

Fuente: lookingforalady.com

Cuando un emprendedor descubre que solo le queda una semana de vida, emprende, con ciertas reservas, un viaje místico por las estrechas calles de Katmandú en busca de su única salvación: el efímero dakini. Figura clave del budismo vajrayana, el dakini es un ser polifacético con un misterioso poder espiritual, un tema que explora de manera magistral Looking for a Lady with Fangs and a Moustache (2019), la última película del lama y cineasta tibetano-butanés Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche (1961).

«[El dakini es un] estado inexpresable, impensable e insondable. La única manera de presentarlo al hombre corriente, a la gente corriente como nosotros, solo podíamos usar lenguaje, solo podíamos usar símbolos, por eso verás que en el Himalaya hay muchas representaciones de dakinis.»

Como señala Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche, el concepto de dakini es increíblemente complicado de entender, no digamos ya representar, y sin embargo esta película consigue expresar esa complejidad de una forma excelente. Conocido en la industria del cine como Khyentse Norbu, el lama debutó como asesor del cineasta italiano Bernardo Bertolucci para Pequeño Buda (1994), donde supervisó a los monjes tibetanos para asegurarse de que sus interpretaciones eran auténticas. Con cinco películas ya en su haber, es evidente que la autenticidad ha seguido siendo uno de los ejes del proceso de Khyentse Norbu. Un maestro a la hora de pulir y poner en escena historias y talento local, su contribución al desarrollo de la industria cinematográfica en la región del Himalaya es muy significativa, y procura mantenerse alejado de las convenciones y estereotipos del mundo del cine. Looking for a Lady with Fangs and a Moustache es un retrato: 

«Aunque pocas películas hoy en día huyen de la enorme influencia de las fórmulas de Hollywood y Bollywood, en esta película yo quiero explorar la forma de expresarse y de contar historias que es propia del Himalaya, que es fiel a la cultura, tradición y sabiduría de esta región».

Khyentse Norbu tomó muchas decisiones conscientes para asegurarse de que la película evocaba la región que retrataba. Por ejemplo, usó exclusivamente intérpretes nepalís no profesionales, y una magnífica consecuencia de esto es que los personajes transmiten una sensación muy genuina. Él subraya que la película muestra «a un maestro espiritual real y muy respetado cuyas cualidades y conducta no podrían haber sido comprendidas, menos aún transmitidas, por cien mil intérpretes profesionales». Una muestra de su deseo de sacar adelante contenido que es propio de una región y que va más allá del puro entretenimiento es el hecho de que la película se estrenó como parte del programa Brainwave del museo Rubin de Nueva York el 8 de abril de 2021. En la charla en línea que tuvo lugar después de la proyección, Khyentse Norbu subrayó que la devoción es un aspecto increíblemente importante del budismo. A lo largo de sus películas, él intenta capturar y retratar las dimensiones místicas de la vida que son integrales para la existencia humana, pero que tristemente se ven erosionadas por el momento actual de imperialismo y materialismo. 

Fuente: lookingforalady.com

Una exploración del papel del misticismo tibetano en el mundo actual postmoderno, la película se centra en la crisis existencial del protagonista, Tenzin. Descrito como un «hombre moderno» por los personajes de reparto, Tenzin ilustra perfectamente el contraste entre lo viejo y lo nuevo. Después de descartar seguir la especial relación de su familia con la música tradicional del Himalaya, se centra en fundar la cafetería más a la moda de Katmandú. Aunque, desgraciadamente, esta trama secundaria acaba siendo poco más que una herramienta expositiva (la relación entre Tenzin y su madre es pobre y su búsqueda de una cafetería no alberga un conflicto sustancial), la trama principal de la crisis existencial de Tenzin es muy interesante. Cuando un monje oráculo predice que el sueño de Tenzin sobre su hermana muerta significa que le espera una desgracia inminente, el protagonista se muestra escéptico, y es probable que los espectadores compartan esa sensación. Aunque el monje oráculo va vestido con la túnica tibetana tradicional, lleva unas gafas de sol muy llamativas, un par de auriculares grande y se pasa el rato enganchado a su tablet, otra señal de la decadencia de los valores. Si añadimos a esto una banda sonora que incluye evocadora música del Himalaya mezclada con canciones conocidas internacionalmente, como las de Tom Waits; así como planos generales de la población, algunos de los cuales llevan trajes tradicionales mientras que otros lucen trajes de oficina, se hace evidente que Katmandú es toda una mezcla de lo antiguo y lo nuevo. 

Aunque Tenzin menosprecia en un principio la premonición del monje, cada vez le resulta más difícil ignorar las señales: su vida diaria se ve salpicada de visiones de su hermana, pero también de criaturas con colmillos y otras atrocidades. Sus otros sentidos también se ven afectados y le asustan especialmente sus pérdidas repentinas e intermitentes de oído. El director de fotografía Mark Lee Ping Bing establece el tono con mucha belleza, y crea una atmósfera como de sueño que resulta atrayente y que ayuda al espectador a compartir la sensación de agobio del protagonista. Las visiones fantásticas se superponen sobre su entorno cotidiano, lo que subraya la idea de que, si nos fijamos lo suficiente, descubriremos que lo mundano siempre contiene lo mágico. Dicho esto, la película cuenta con una cinematografía muy fluida con movimientos sutiles pero incesantes, y aunque esto ayuda a dar a las escenas esa cualidad onírica, en algunos momentos la elección no está motivada por nada, lo que diluye el efecto del conjunto.

Fuente: lookingforalady.com

Una visita al médico le dice a Tenzin que no le sucede nada físicamente, por lo tanto, debe de ser una depresión, y la única solución de la sanidad moderna a la hora de tratar los problemas de la mente es recetar una dosis de antidepresivos. Esta costumbre de proporcionar respuestas inmediatas que, en última instancia, aturden las experiencias del alma contrasta magníficamente con la escena siguiente, en la que un sabio espiritual le da a Tenzin una solución completamente distinta: tiene que encontrar un dakini. Pero ¿cómo y dónde busca uno a un dakini? Esta vez no hay pastillas mágicas que tragar ni nada que nos haga pensar que Tenzin se medica y aturde este estado mental incómodo. En lugar de eso, se le anima a explorar las señales, a pensar por sí mismo y a ser creativo. Ya sea con el aire que respira, el agua que bebe o cantando entre la multitud, Tenzin solo se salvará si se permite estar realmente vivo. «Tienes que ser osado. Los dakinis no confían en quienes tienen inhibiciones», le dice el sabio

Fuente: lookingforalady.com

Este planteamiento es muy budista: se centra en la mentalidad en lugar de en un resultado en concreto. Cuando Tenzin empieza a dudar de que un posible candidato sea, de hecho, un dakini, el sabio le reprende: «Lo has echado a perder al pensar que no era ella. A esto se le llama mirada errónea». No es ningún secreto que el dakini puede ser una idea efímera. Como explica Khyentse Norbu, el dakini no es nada y lo es todo al mismo tiempo. Mediante su protagonista, Looking for a Lady with Fangs and a Moustache anima al espectador a ser curioso sobre el dakini y, en última instancia, el misticismo: ¿es dakini la chica del té? ¿Es dakini el amigo de Tenzin, Kunsel? ¿Es dakini un desconocido? ¿Es dakini Tenzin? ¿Soy yo dakini? Este viaje espectacular, unido a unas imágenes oníricas y una música cuidadosamente elegida tiene el potencial de inspirar una devoción en el espectador que lo acompañará durante días. 

* Este artículo fue publicado en español en Buddhistdoor en Español 

Carving the Divine: la vocación budista japonesa del tallado de madera

Raymond Lam, traducido por Marlene Taja

Durante más de un milenio, desde los gloriosos días del budismo de Kioto y Nara, a pesar de su descenso de popularidad, una llamada espiritual única ha perdurado en Japón: la disciplina del busshi, talladores de estatuas que representan budas y bodhisattvas. A través de su película Carving the Divine (Tallando lo divino), Yujiro Seki, cineasta japonés afincado en Los Angeles, proporciona una ventana a las vidas de los busshi del Japón contemporáneo, la mayoría de ellos jóvenes entregados completamente a este arte.  Este documental, tal vez el primero que se centra exhaustivamente en los escultores budistas japoneses, retrata a un pequeño grupo de aprendices que siguen las enseñanzas del gran maestro Kourin Saito.

«Es un gran honor presentar al mundo está película, que representa quizá la más importante, o una de las más importantes, artes espirituales de Japón, y a los artistas que tallan en madera estas divinidades», dice Yujiro, licenciado en Cinematografía de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos. «De hecho, este proyecto se ha convertido, en cierto modo, en “divino” para mí; ha dado un gran sentido a mi vida. He entregado mi corazón y mi alma a este proyecto, pero sin buscar la gloria personal. En esta película veo algo más grande que mi persona. Sé que mi cuerpo físico decaerá algún día y se desvanecerá, pero como artista aspiro a dejar un legado con mi trabajo, que no sea temporal, sino eterno. Y Carving the Divine me ha brindado esa oportunidad.»

Tallar madera no es una actividad trivial. Los clientes (que pueden ser rectores de los templos, maestros budistas, directores de organizaciones budistas caritativas o incluso donantes laicos) esperan la mayor calidad de las artesanías, y puede suponer un gran desprestigio para un busshi producir un producto de baja calidad. Para el cliente, la estatua no es una simple obra maestra estética, sino un canal o repositorio de los bodhisattvas.

Yujiro Seki. Imagen cortesía de Yujiro Seki

Los aprendices trabajan en una atmósfera parecida a una fraternidad militar. Uno de los artistas explica lo siguiente: «Como profesión, ser un busshi trae consigo más pena que dicha». Existe poca tolerancia o compasión para los aprendices que no se acostumbran al funcionamiento de un centro busshi. «No te enseñaremos con paciencia. Te reprenderemos si haces algo mal», advierte. Y no faltan las reprimendas, la relación entre el maestro y el estudiante no se establece en términos de igualdad. Aparte del trabajo torpe, también se consideran infracciones menores olvidar el kit de herramientas completo, dejar una habitación desordenada o no atender las órdenes de manera respetuosa e inmediata, todo esto puede conllevar fuertes reprimendas. El japonés puede no tener el mismo rango de insultos que el inglés o el español; sin embargo, para los oídos japoneses, la manera en que regañan a los estudiantes que se equivocan puede ser considerada como una muestra de insultos profanos.

Yujiro coincide en que su trabajo debe ser tomado con seriedad. Comenta: «Antes que nada, la vida de un aprendiz es difícil. El maestro exige obediencia y absoluta dedicación. No es una escuela con un currículo. El aprendiz debe “robar” mediante la observación, de forma rápida y sigilosa, las técnicas del maestro y de los estudiantes avanzados. Esta es una vida de trabajo monótono que nunca termina. Los aprendices deben despertarse muy temprano cada mañana, preparar el desayuno, lavar, trabajar para los maestros por la mañana, preparar y tomar el almuerzo y trabajar nuevamente por la tarde para los maestros. Por la noche deben continuar trabajando en sus propios proyectos. Esta es la rutina que repiten diariamente durante muchos años».

Estudiantes en el trabajo en el gremio. Imagen de carvingthedivine.com

El sonido del martilleo en la escuela busshi podría parecerse al de un gremio de la era del Renacimiento, Yujiro explica: «Es un mundo de supervivencia del más apto. Si quieres aprender a realizar tareas más importantes, debes lograr superar a tus colegas. Cuanto mejor sea tu habilidad, más trabajos importantes te asignarán. Si no mejoras, seguirás realizando las mismas tareas domésticas, o incluso tareas menos importantes, si tus colegas te superan en habilidad. Es un mundo difícil. Solo aquellos con dedicación, entrega y velocidad pueden avanzar». Además, no existe nada dentro de la «industria» busshi para ayudar a los estudiantes a encontrar empleos o encargos. Tradicionalmente, estas técnicas solo se transmiten de mentor a aprendiz. Hasta donde Yujiro ha podido ver, las diferentes escuelas no se mezclan mucho y no comparten abiertamente su conocimiento de las técnicas.

La relación más importante que un busshi debe mantener, como sucede en las artes marciales, es con su maestro. Yujiro ha notado que un maestro siempre otorgará una parte de sus encargos a sus antiguos aprendices, lo cual puede ayudarlos bastante durante sus primeros años como artistas independientes. En realidad, el aprendizaje de entre tres y cinco años no basta para que la mayoría de los aprendices se vuelvan independientes: «Yo diría que puede llevar al menos diez años obtener el nivel y una formación sólida como busshi. El apoyo de su maestro, así como de otros miembros de su escuela es crucial».

Tallando un Kannon bosatsu. De carvingthedivine.com

Realizar un documental es siempre un reto. Para Yujiro rodar y montar supuso esfuerzo, tiempo, dinero y suerte: «Reunir todo en conjunto casi sin ayuda fue todo un reto, especialmente rodar y organizar el contenido increíblemente vasto y variado. Fue importante para mí evitar tergiversar o generalizar en exceso la profundidad y las sutilezas de la comunidad busshi. Existen muchos documentales que simplifican demasiado temas complicados. Y no quería caer en eso».        

Otro reto para Yujiro fue encontrar una historia que compartir basada en el estilo de vida bastante mundano de los busshi. A pesar de su alto valor, el acto del tallado de madera es en realidad un trabajo tedioso y repetitivo. «No quería que la película se convirtiera en un tutorial de “cómo esculpir”. Contar una historia multidimensional de las esculturas budistas japonesas fue bastante complicado, pero después de un año de montaje intensivo y del trabajo de nuestro equipo de postproducción nos sentimos satisfechos con lo que hemos conseguido.»

Yujiro señala que los comentarios que ha recibido sobre la película, que aún no se ha estrenado oficialmente, han sido positivos. “Un pintor me dijo que él se había sentido identificado con los aprendices y había recordado cómo fue el aprendizaje de su oficio en la escuela de arte. Por otro lado, un monje coincidió con un mensaje en la película: un mayor reconocimiento internacional del budismo japonés traerá consigo un reconocimiento renovado en el propio país. Además, un padre elogió la disciplina y ética laboral de los talladores de madera, y espera que sus hijos demuestren las mismas cualidades. Y un empresario retirado y escultor de piedra aficionado me dijo que él estaba maravillado con el proceso del arte y que realmente soñó con tallar madera esa misma noche. Como cineasta, estoy realmente conmovido al escuchar estás distintas opiniones».

Kourin Saito examina y evalúa la artesanía de uno de los alumnos de sus alumnos. De carvingthedivine.com

Actualmente Yujiro invierte la mayor parte de su tiempo en lidiar con la bestia de las redes sociales, algo que nunca había hecho con tanta dedicación hasta terminar Carving the Divine. También se enfrenta a la situación poco envidiable de tener que promocionar la película al público y al mismo tiempo enviarla a festivales de cine, que requieren que las entradas no se distribuyan previamente. Al igual que la devoción de los busshi por su arte, esta película es ahora lo más importante para Yujiro: «Realmente estoy viviendo el momento y no puedo pensar en otros proyectos ahora. Me llevó mucho tiempo encontrar un objetivo en mi vida. Estaba perdido, confundido y sin esperanza. Ahora, estoy centrado en una idea, no solo la promoción de Carving the Divine sino de toda la cultura busshi butsuzo».

«Moriré algún día. Eso es inevitable. Pero cuando eso suceda, mi mayor alegría será saber que mi trabajo me sobrevive, y podrá ser apreciado por las siguientes generaciones. Esto es actualmente mi mayor anhelo. Si muero ahora, mi arte también morirá. No puedo dejar que eso suceda. Solo pienso en Carving the Divine, nada más».

*Este artículo fue publicado en la edición especial: «El budismo y el cine» de Buddhistdoor en Español (04/01/2021).

Ver mas en:

Carving the Divine 
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Butsuzotion

Otros tiempos, otros espacios: una segunda mirada a tres documentales sobre tulkus nacidos en Occidente. *Segunda parte.

KATHERINE V. MASÍS-IVERSON 

*Puede leer aquí la primera parte del artículo

My Reincarnation [Mi Reencarnación] (2011)

La cineasta y directora Jennifer Fox basó este documental en materiales filmados desde 1989 hasta el 2010, el cual narra la historia de otro tulku nacido en Occidente quien a su vez es hijo de un tulku nacido en el Tíbet. Yeshi Silvano Namkhai es hijo de Chögyal Namkhai Norbu (1938-2018) quien falleció siete años después de la filmación. Namkhai Norbu fue profesor de cultura tibetana en la Universidad de Nápoles la Oriental (Università degli Studi di Napoli «L’Orientale») y, más adelante, maestro de Dzogchen. Exiliado del Tíbet y residente en Italia desde 1960, conoció a su esposa Rosa con quien formó una familia con su hijo Yeshi (nacido en 1970) y su hija Yuchen (nacida en 1971).

My Reincarnation: https://www.imdb.com/title/tt1740799/

Namkhai Norbu cuenta que cuando su hijo Yeshi estaba en el vientre de su madre, tuvo sueños de su tío Khyentse Rinpoche, quien había sido uno de sus maestros en el Tíbet. En un sueño, fue a visitar a Khyentse junto con Rosa y emergió una luz roja que se disolvió en ella. Después de tener este sueño, recibió una carta de un lama radicado en la India en la cual decía que Yeshi era la reencarnación de Khyentse.

El documental comienza con escenas subacuáticas; se oye la voz de Yeshi, quien narra que había tenido sueños y visiones sobre el Tíbet en su niñez. Reconoce que dichos sueños y visiones le producían temor y que no quería ir al Tíbet. Recuerda que, al preguntarle a su padre sobre estos sueños y visiones, éste «solo escuchaba» y no le respondía. Más adelante en el film, con toda naturalidad y sin darle mucha importancia, Yeshi afirma contar con las llamadas «pruebas», por ejemplo, el haber reconocido lugares específicos en el Tíbet entre fotografías.

En diferentes puntos del documental, Namkhai Norbu afirma que no ha querido que su hijo sufra las situaciones que padeció Khyentse en su vida anterior y que ha tratado de no interferir en las decisiones de Yeshi al respecto de su camino en la vida. Quizás ello explique por qué, según Yeshi, no le contesta sus preguntas sobre sus sueños, visiones y temores.

No obstante, a sus diecinueve años, Yeshi informa que su padre siempre le ha dicho que «es una persona importante» y que «en el Tíbet lo están esperando». Comenta que su padre viaja por el mundo enseñando el Dzogchen la mayor parte del año y que no ha formado un vínculo estrecho con él. Percibe, además, que los seguidores de su padre lo idealizan: «Mucha gente busca mitos, busca leyendas, busca santos.» Rechaza lo que considera son las expectativas de su padre y una posible situación de «estar en la sombra de algo o de alguien.»

Trece años después, en el 2002, el documental muestra a Yeshi como profesional en informática. Se ha casado, ha formado una familia y vive «de manera muy común y muy italiana». Una y otra vez, se resiste a lo que él percibe son las expectativas de los demás en caso de que aceptara ser maestro. En centros de práctica Dzogchen, observa a su padre oficiando ceremonias, facilitando prácticas y atendiendo preguntas de estudiantes que hacen largas filas para ser atendidos, algunos de ellos buscando consejo sobre situaciones personales muy difíciles. Yeshi nota la manera en que la gente «cree que la solución a sus problemas es mi padre» y que «olvidan que mi padre es humano».

Más adelante, Yeshi relata que, durante sus largas trayectorias en automóvil como parte de su trabajo, empezó a escuchar y seguir los cantos Dzogchen, los cuales se convirtieron en una forma de práctica espiritual para él. Yeshi deja su trabajo y, poco a poco, con el fin de ayudar a su padre, asume tareas de dirección administrativa en diferentes centros Dzogchen alrededor del mundo. No solo regresan sus visiones de la niñez, sino que tiene nuevas, en las que empieza a recordar acontecimientos dolorosos sobre su muerte en su vida anterior en el Tíbet. Finalmente, decide cumplir el deseo de su padre: viajar al Tíbet «para terminar lo que aún faltaba». En el viaje al pueblo de Khyentse Rinpoche, expresa su preocupación sobre las expectativas que podrían tener los habitantes al respecto de su visita. El intérprete le responde que «lo único que quieren es un maestro». Yeshi viste las túnicas ceremoniales, oficia ritos y escucha relatos testimoniales conmovedores de quienes conocieron a Khyentse Rinpoche, su reencarnación anterior.

Un año después (2010), Yeshi imparte charlas ante estudiantes de Dzogchen, pero no en túnicas, sino en ropas occidentales comunes. Una escena posterior muestra a Yeshi sentado en la playa junto a su padre, disfrutando de las olas. Hay letreros finales que indican que Yeshi ha asumido su rol de maestro como el tulku que es.

¿CARENCIA DE APOYOS SOCIALES O INCERTIDUMBRES PERSONALES?

En Memoiries d’un autre vie / Memories of a Previous Life, Tenzin Sherab (Elijah Ary) no da muestras de tener fuertes conflictos internos al respecto de dónde debería transcurrir su vida. Habiendo recibido una década de formación monástica en la India, se expresa con claridad acerca de su meta de regresar a Occidente.

En Tulku, Dylan Henderson, Ashoka Mukpo y Ruben Derksen parecen estar seguros de las decisiones que han tomado sobre el rumbo de sus vidas. En cambio, Gesar Mukpo, el cineasta, al igual que Wyatt Arnold, expresan fuertes incertidumbres sobre qué hacer con el hecho de haber sido reconocidos como tulkus en su niñez.

En My Reincarnation, Yeshi Silvano Namkhai, luego de varios años de resistirse a asumir el papel de sucesor de su padre en la enseñanza del Dzogchen, a todas luces parece asumirlo al final del film.

De los tres documentales vistos, los únicos dos tulkus que expresan preocupación por la presencia o ausencia de apoyos sociales y culturales a sus papeles como tulkus en Occidente son Gesar Mukpo y Wyatt Arnold. Muy probablemente ello sea reflejo de sus incertidumbres personales, ya que, de haber asumido funciones de tulku, indudablemente habrían contado con abundantes apoyos, tanto en sus propias familias como en sus respectivas comunidades budistas en Occidente.

Chögyal Namkhai Norbu y su hijo Yeshi Silvano Namkhai en My Reincarnation. https://www.imdb.com/title/tt1740799/

¿DÓNDE ESTÁN HOY DÍA?

Han pasado varios años desde que se filmaron estos documentales. ¿Qué están haciendo los tulkus mencionados hoy día?

Tenzin Sherab (Elijah Ary) vive en Francia y trabaja como psicoterapeuta Gestalt e instructor de meditación para personas laicas. Es padre de familia y ha escrito una autobiografía en la cual narra sus experiencias en los mundos Occidental y Oriental.

Wyatt Arnold hoy día es ingeniero y padre de familia. Afirma sentirse vinculado estrechamente con las enseñanzas budistas, no obstante que se desempeña en el mundo secular.

Ruben Derksen vive y trabaja en la industria de los viajes en Bangkok, Tailandia, a juzgar por su página personal en Facebook.

No hay muchas menciones de Yeshi Silvano Namkhi en los sitios Web de la Comunidad Dzogchen en los últimos cinco años. No obstante, hay una noticia sobre un evento de transmisión de enseñanzas ofrecido por Yeshi para impartirse en abril del 2020 y que luego fue suspendido hasta nuevo aviso, debido a la pandemia del coronavirus.

Sobre los demás tulkus mencionados en los documentales, no hay noticias recientes en Internet, al menos a la fecha de hoy.

REFLEXIONES FINALES

Ninguno de los tulkus protagonizados en los tres documentales requirió de una búsqueda de parte de un discípulo. Ya estaban ubicados y solo hubo que aplicarles pruebas para confirmar sus identidades. Visto desde una perspectiva budista tibetana, a la postre no se sabe por qué estos tulkus escogieron reencarnar en Occidente. Probablemente, ni ellos mismos podrían dar una razón contundente que lo explique. Quizás han querido advertir, precisamente, que el ser un tulku no tiene tanta importancia hoy día, al menos para el budismo en Occidente. O bien, podría ser que el propósito de volver a nacer en otros tiempos y en otros espacios es, simplemente, mostrar que hay muchas maneras y muchos contextos desde donde practicar y enseñar el Dharma, además de los tradicionales.

REFERENCIAS

La tradición tulku

Khyentse, J. (2016, 22 de agosto).  Time for Radical Change in How We Raise Our Tulkus. Tricycle.https://tricycle.org/trikedaily/dzongsar-jamyang-khyentse-tulkus/

MacKenzie, V. (1998). Maestros de la reencarnación: Quiénes son, cómo fueron identificados, cómo transcurren sus vidas, cuál es su misión. Trad. A. Pareja Rodríguez. Madrid: NeoPerson.

McLeod, K. (2016, 15 de setiembre).  Reflections on Dzongsar Khyentse’s “How We Raise Tulkus”. Tricyclehttps://tricycle.org/trikedaily/reflections-on-dzongsar-khyentses-how-we-raise-tulkus/

Thinley, K. (1980). The History of the Sixteen Karmapas of Tibet. Boulder, Colorado, EEUU: Prajna Press.

Tres Documentales

Fox, J. (Director) (2011) My Reincarnation. Estados Unidos de América: Long Shot Factory. https://archive.org/details/MyReincarnation2011

Mukpo, Gesar (Director) (2009). Tulku. Canada: National Film Board of Canada. https://www.youtube.com/watch?v=ZV_8YvIbrvY

Poulin, M. & Grégoire, C. (Co-directores) (1994). Memoiries d’un autre vie / Memories of a Previous Life. Canada: Productions Thuk Kar. Documental en francés: https://www.youtube.com/watch?v=S8bUq7k7CZM Documental en inglés:  https://www.youtube.com/watch?v=zLWPUcGUQvE

¿Dónde están hoy día?

Ary, E. (s.f.) Tenzin Tulku: Lama Tibétain réincarné en Occident. https://www.tenzintulku.com/index.php/fr/

Ary, E. (s.f.) Tenzin Tulku: Tibetan Lama Born in the West. https://www.tenzintulku.com/index.php/en/

Ary, E. (2019). Tulkou: Autobiographie d’un lama réincarné en Occident. Paris: Philippe Rey.

Derksen, R. (s.f.). Ruben Derksenhttps://www.facebook.com/ruben.derksen/about

International Dzogchen Community Gakyil (2020). How can I get Transmission or Direct Introduction? http://dzogchencommunity.org/faqs/how-can-i-get-transmission-or-direct-introduction/

Miller, A. (2021, 12 de marzo).  Magical Emanations: The Unexpected Lives of Western Tulkus. Lion’s Roarhttps://www.lionsroar.com/magical-emanations-the-unexpected-lives-of-western-tulkus/ 

Katherine V. Masís-Iverson

La autora es profesora jubilada de la Universidad de Costa Rica en San José, Costa Rica. Durante varios años como docente activa, impartió cursos introductorios de filosofía en la Escuela de Estudios Generales, así como cursos de ética y de pensamiento hindú y budista en la Escuela de Filosofía de dicha institución.  Algunos de sus trabajos se pueden encontrar en:https://ucr.academia.edu/KatherineMas%C3%ADsIverson

Otros tiempos, otros espacios: una segunda mirada a tres documentales sobre tulkus nacidos en Occidente. Primera parte

KATHERINE V. MASÍS-IVERSON

LA TRADICIÓN TULKU

Según el budismo tibetano, los tulkus son reencarnaciones de maestros, por lo general notorios por sus conocimientos sobre textos budistas, sus habilidades para enseñar el Dharma y sus destrezas en las prácticas meditativas.  Dejando de lado las discusiones sobre el concepto de anatman o anatta (no-alma), en el budismo tibetano hay una distinción entre el renacimiento automático del citta santana o flujo mental de una vida a otra y la reencarnación deliberadamente escogida por un maestro en una vida previa a la actual. La reencarnación es voluntaria y propia de los tulkus, mientras que el renacimiento es involuntario y propio del resto de los seres sintientes. En ambos casos, desde luego, entra en juego el karma o complejo tejido de causas y efectos. 

Gesar Mukpo films a shot for his movie Tulku

El proceso típico y tradicional para identificar un tulku comprende varios pasos. Sus discípulos más afines siguen pistas e instrucciones dejadas por su maestro difunto sobre dónde reencarnaría en su próxima vida. Buscan al niño reencarnado en la zona donde se cree que podría haber nacido y, una vez localizado, lo someten a pruebas preliminares que consisten en identificar objetos que pertenecían a su reencarnación pasada, cuando era maestro. Más adelante, un consejo de monjes puede hacerle más pruebas al niño para cerciorarse de que es un tulku.  

Antes de ser encontrado, puede darse el caso de que un tulku reencarnado tenga sueños, recuerdos o visiones asociados con alguna vida pasada, generalmente la inmediatamente anterior. El propósito de que un maestro notorio reencarne nuevamente es el de cumplir con su papel de bodhisattva, un ser que, gracias a su evolución espiritual refinada durante muchas vidas, podría entrar al estado de nirvana. No obstante, se abstiene de ello porque siente compasión por el dolor de todos los seres sintientes y así, regresa para ayudarles.

Una vez identificado un tulku, hay una ceremonia de entronización que formaliza su condición de maestro reencarnado y luego un largo período de educación que se lleva a cabo en un monasterio budista. Completada su formación, el tulku-bodhisattva enseña formalmente los textos y las prácticas budistas como cantos, meditación, etc. y así cumple con su ayuda a los demás.

La tradición tulku ha sido defendida como sistema para garantizar la continuación de la línea de maestros budistas tibetanos bien calificados, pero, a la vez, ha sido cuestionada por la posibilidad del error a la hora de identificarlos. También se ha cuestionado la forma de educar a los tulkus, ya que existe el riesgo de que se crean especiales y merecedores de privilegios, en vez de servidores en el Dharma.

Desde que el primer Kármapa tuvo una visión sobre su próxima reencarnación a finales del siglo XII, los tulkus generalmente han reencarnado en el Tíbet o regiones aledañas. Hay debates sobre quién fue el primer tulku identificado como tal en Occidente, pero el consenso general es que antes del siglo XX no se había identificado ninguno.

Fotografia de Jennifer Fox, directora de My Reincarnation Fuente: Buddhistdoor Global.

TRES DOCUMENTALES

Hay tres documentales que tratan sobre las vivencias de algunos tulkus nacidos en Occidente, todos desde ángulos diferentes: (1) Memoiries d’un autre vie / Memories of a Previous Life [Recuerdos de una vida previa] (1994), (2) Tulku (2009) y (3) My Reincarnation [Mi reencarnación] (2011). A continuación, se ofrece una breve reseña de cada documental.

Memoiries d’un autre vie / Memories of a Previous Life [Recuerdos de una vida previa] (2011)

Las primeras escenas transcurren en Canadá y presentan a los padres y dos hermanas de Elijah Ary, cuyo nombre budista sería Tenzin Sherab. Carol, la madre de Elijah, comparte algunos sueños y recuerdos que su hijo tuvo de niño, los cuales hacían alusión a lugares que no habría podido conocer a su corta edad. Carol y su esposo, estudiantes del budismo tibetano de la línea Gelugpa, mencionaron los sueños de Elijah a algunos maestros en Montreal, los cuales empezaron a sospechar que se podría tratar de un tulku. Eventualmente, fueron los propios maestros quienes iniciaron un proceso de averiguar quién fue la reencarnación previa de Elijah.

Fotografia de Jennifer Fox, directora de My Reincarnation Fuente: Buddhistdoor Global.

A los siete años, Elijah fue reconocido oficialmente como la reencarnación de Geshe Jatse quien, según lo narra el mismo Elijah o Tenzin Sherab en el film, no fue un maestro de renombre, sino un «simple monje.»

Cuando Elijah cumplió los doce años, Carol lo acompañó al Monasterio Sera Jhe en el sur de la India para que iniciara su educación monástica, la cual duraría una década aproximadamente.

Pasadas las escenas iniciales, el documental sigue a Tenzin Sherab como adulto joven en el monasterio. La cámara lo muestra comiendo, preparando té, compartiendo ratos amenos con otros monjes, meditando, participando en ceremonias y debatiendo textos budistas. La cámara también lo sigue mientras busca un CD de Phil Collins en las calles de Mysore, «a dos horas del monasterio» y mientras se divierte con su familia de visita en una playa cercana. Es el mismo Tenzin quien narra sus pensamientos y sentimientos en cada escena, tanto en las versiones en francés como en inglés del documental.

En los últimos minutos del film, Tenzin Sherab dice que su futuro está en Occidente y necesita regresar, ya que «el Dalai Lama me dijo una vez que podría ser de gran ayuda en servir de puente entre las antiguas tradiciones espirituales del Tíbet y el mundo moderno de Occidente». Aunque la decisión le produce tristeza por dejar las amistades forjadas en el monasterio, Tenzin está seguro de su camino.

Tenzin Sherab con Rinpoche Vajrapani en 1983. https://www.lamayeshe.com/gallery/keyword/jatse-tulku-elijah-ary

Tulku (2009)

Gesar Mukpo, director y cineasta del documental Tulku, fue identificado como reencarnación de un maestro siendo niño. Hijo de Chögyam Trungpa (1939-1987), quien a su vez fue un tulku de la línea kagyu del budismo tibetano, Gesar viaja por los Estados Unidos de América, India y Nepal, entrevistando a cuatro tulkus más, todos hombres nacidos en Norteamérica y Europa en las décadas de 1970 y 1980 e identificados como tales en su infancia.

Aunque Gesar fue entronizado cuando niño, no recibió educación monástica formal prolongada. Estuvo en un monasterio en Nepal de los quince a los dieciséis años y luego llamó a su madre, la británica Diana Mukpo, para que lo llevara de vuelta a casa en Occidente. A la vez que dice «sentirse orgulloso de ser un tulku», admite no saber si fue una buena decisión o no el haber interrumpido su formación monástica. En los últimos minutos del film lo vemos abrazar a su pequeña hija al regresar a casa en Nova Scotia, Canadá.

FOTO

Tulku: https://en.wikipedia.org/wiki/Tulku_(film)

El primer entrevistado por Gesar en los Estados Unidos es Dylan Henderson, quien no tuvo ninguna formación monástica. Narra su historia con serenidad y no expresa ninguna preocupación sobre cuál debería o podría ser su función como tulku. Lleva una vida completamente secular y es padre de familia. Practica el buceo, lo cual, para él, es una forma de meditar.

El segundo entrevistado en el mismo país es Ashoka Mukpo, hermano de Gesar. Ashoka no se ve a sí mismo como un maestro vistiendo «túnicas de monje». Al momento de la filmación, siente que su trabajo en el mundo secular a favor de los derechos humanos es una manera de beneficiar a los demás y, como tal, una forma de practicar el budismo.

César Mukpo, cineasta y director de Tulku. https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2012/apr/14/western-tulku-buddhist-film-festival

El tercer entrevistado es Wyatt Arnold, estadounidense quien recibe educación monástica tibetana en la India. Wyatt afirma haber tenido recuerdos de niño sobre su reencarnación previa. Reconoce sentir confusión sobre las expectativas de los demás con respecto a su rol de tulku y lo que debería hacer con su vida en general.

Gesar viaja a Nepal para entrevistar al cuarto y último tulku. El holandés Ruben Derksen, al igual que Wyatt, afirma que tuvo recuerdos de su vida anterior cuando era niño. Habiendo residido en Nepal y Bután, Ruben menciona comportamientos que llama «no-budistas» en algunos monasterios: los celos, habladurías, abusos y maltratos contra los niños. Cada año viaja a Bután para oficiar una ceremonia por la única razón de que hace «increíblemente felices»a los butaneses que asisten a ella. Cuando Gesar le pregunta si aún es budista, Rubén contesta que no lo es y admite no saber en qué cree.

*Este artículo fue publicado originalmente en Buddhistdoor en Español

Para acceder a la segunda parte de la entrevista aquí

Segunda edición del Festival de Cinema Budista de Cataluña, otoño de 2024

BUDDHISTDOOR EN ESPAÑOL

Este artículo forma parte de nuestra edición especial «El budismo y el cine»

La Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes y la Fundación Dharma-Gaia anuncian la segunda edición del Festival de Cinema Budista de Catalunya (II FCBC) que tendrá lugar, una vez más, en los cines Verdi de la ciudad de Barcelona, del 23 al 27 de octubre de 2024.

El Festival de Cine Budista de Cataluña es una iniciativa conjunta de la Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes (CCEB) y la Fundación Dharma-Gaia (FDG), está organizado por la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas, y cuenta con la Fundación Dharma-Gaia como patrocinador oficial, ambas entidades sin ánimo de lucro. Tiene, además, como colaborador destacado a la Buddhist Film Foundation (BFF), institución organizadora del Festival Internacional de Cine Budista que se celebra en las principales ciudades del mundo, y con el apoyo del Ajuntament de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. En un futuro, los organizadores del FCBC y del BFI pretenden traer el Festival internacional a la ciudad de Barcelona. 

Con el objetivo de consolidarse como un evento bienal, el festival exhibirá una selección meticulosamente curada de películas o documentales recientes o inéditos en Cataluña. El objetivo es familiarizar al público catalán con el budismo y sus valores y principios fundamentales, tales como la no violencia, la compasión, la interdependencia de todos los seres y la protección del medio ambiente.

El equipo de liderazgo de la segunda edición del Festival de Cinema Budista de Catalunya está formado íntegramente por mujeres, incluyendo a sus dos codirectoras: Montse Castellà, quien representa a la CCEB, y Fina Íñiguez, representando a la FDG.

El I FCBC tuvo el honor de contar con la directora de cine Doris Dörrie como invitada especial, en la imagen con el equipo directivo del II FCBC. De izquierda a derecha, Mònica Pagès, Fina Íñiguez, Nuria Fenollar, Doris Dörrie y Montse Castellà. Fotografía de Ferrán Vergés.

En el marco de este artículo, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Fina Íñiguez:

Buddhistdoor en Español¿Cuáles son sus expectativas para la segunda edición del Festival de Cine Budista de Cataluña? ¿Cómo se diferenciará esta edición de la primera? ¿Qué mejoras se han implementado?

Fina Íñiguez: Partimos de una experiencia muy positiva: en la primera edición colgamos el cartel de «entradas agotadas» en todas las sesiones y contamos con una amplia participación del público en los debates posteriores a las proyecciones. En esta segunda edición aspiramos, no solo a repetir el éxito de público de la primera, sino a incrementarlo, dando a conocer esta iniciativa de divulgar el budismo y sus valores a un público aún más amplio, nacional e internacionalmente. 

Con relación a la primera edición, no hay cambios sustanciales en cuanto a formato. Seguirá siendo un festival no competitivo que durante cinco días proyectará ocho películas de reciente producción, con historias motivadoras y de impecable calidad cinematográfica, ofreciendo al menos cuatro dobles sesiones, algunas seguidas de coloquios con especialistas en los temas expuestos.

En cuanto a mejoras, usando una expresión futbolera, «en equipo que gana, no se toca». Somos un equipo pequeño, con una dirección formada por cuatro mujeres entusiastas y contamos con el apoyo de profesionales con la misma motivación: ofrecer películas y documentales de gran calidad a través de diferentes miradas sobre la filosofía de vida budista con el objetivo de que esa semilla germine y se multiplique alcanzando al mayor número de personas posible.

Buddhistdoor en Español: En el contexto de la actualidad, caracterizada por conflictos bélicos, la crisis climática y un creciente desasosiego espiritual, ¿cuál considera que puede ser la contribución del budismo al mundo contemporáneo?

FI: La no violencia, la meditación para conseguir paz mental, el respeto por todos los seres y el medio ambiente, son posiblemente algunos de los valores más vinculados al budismo de forma general. Pero la impermanencia es quizá uno de los conceptos más importantes que ha aportado el budismo a la comprensión de la realidad, junto al de que nada existe de forma independiente. Hacemos parte de una enorme red interconectada en este mundo. Todo está en constante cambio y los cambios pueden ser para mejor, siempre que haya una motivación en ese sentido. 

Los conflictos bélicos o la destrucción del medio ambiente tienen al menos un elemento común: actitudes egoístas y egocéntricas, inmediatistas, en beneficio de muy pocos y a costa del sufrimiento de muchos. Como estamos viendo, una guerra entre dos países inevitablemente acaba impactando al resto del mundo. 

Nada cambia de repente. El budismo no tiene ninguna fórmula mágica, pero ofrece herramientas para promover cambios desde el autoconocimiento, es decir, influir en lo colectivo desde lo individual. En otras palabras, el autoconocimiento como punto de partida, para que cada persona se reconecte con su verdadera naturaleza compasiva, no solo en beneficio propio, sino por el beneficio de los demás, puede ser un buen comienzo para cambiar paradigmas.

Banderolas en las calles de Barcelona anunciando el FCBC con la basílica de la Sagrada Familia al fondo. Foto cortesía del I FCBC.

También tuvimos la oportunidad de entrevistar a Montse Castellà, vicepresidenta de CCEB y presidenta de Sakyadhita España, quien respondió muy amablemente a nuestras preguntas:

Buddhistdoor en Español: ¿Qué criterios se utilizan para la selección de las películas que se proyectarán en el festival? ¿Existe un mensaje que buscan transmitir a través de las películas seleccionadas?

Montse Castellà: En la selección tenemos en cuenta que sean películas de reciente creación pero sobre todo, lo más importante a la hora de seleccionar las películas, es que realmente transmitan los valores espirituales del budismo y no necesariamente desde un entorno monástico. Nos proponemos mostrar buenas y bien contadas historias, que además transmitan un mensaje de inspiración budista, sea a través de un documental o de una película de ficción, con personajes y escenarios reales, o interpretando situaciones que puedan llegar a un amplio público, budista y no budista. 

En la selección procuramos también que haya diversidad con relación a las diferentes tradiciones budistas. Y un aspecto, también relevante en la selección, es la paridad, en la que haya películas dirigidas por mujeres.

¿El mensaje? Nos encantaría que el público no solo disfrutara de la experiencia del cine, sino que pudiera llevarse a casa contenidos significativos.

Público objetivo del Festival

El II Festival de Cine Budista de Cataluña va dirigido a una amplia audiencia: público general, budistas y no budistas, universitarios, familias, jóvenes y personas de cualquier edad y condición que puedan sentirse inspiradas por la filosofía de vida budista.

Inaugurará el Festival un director o directora destacado/a en el ámbito del cine budista internacional. En la edición de 2022, contamos con la presencia de Doris Dörrie, quien presentó su galardonada película Recuerdos desde Fukushima (Grüße aus Fukushima) como invitada de honor.

Además del invitado o invitada de honor, habrá también invitados e invitadas que participarán en las tertulias programadas en algunas de las sesiones.

Para calentar motores, están previstas actividades off festival a cargo de una significativa representación de los treinta y dos centros budistas que forman la CCEB y representan diferentes tradiciones. Ofrecerán en sus sedes una variada programación, con sesiones de meditación, talleres, cine fórums, charlas y puertas abiertas. 

Conversamos con Montse Castellà para obtener más información sobre las actividades off y paralelas que se llevarán a cabo durante el II Festival de Cine Budista de Cataluña (FCBC).

BDE: ¿Podría hablarnos de las actividades que se desarrollarán durante el Festival de Cine Budista de Cataluña? ¿Cómo se complementan estas actividades con las proyecciones de películas y qué esperan lograr con ellas?

MC: Habrá actividades off y paralelas. Las actividades off tendrán lugar antes del inicio del Festival y serán organizadas por las mismas entidades budistas promotoras del Festival, con lo cual, el público en general tendrá la posibilidad de tener un contacto con las diferentes tradiciones budistas de nuestro país. Asimismo, estas actividades servirán también de altavoz para anunciar el Festival. 

Durante el Festival habrá asimismo algunas actividades paralelas, que pueden ser desde sorpresivos flashmobs hasta anunciados eventos, como actuaciones musicales o una invitación a meditar caminando. Acciones que iremos concretando, a medida que definamos la cartelera.

Ver más: 

Primer Festival de Cinema Budista de Catalunya

Festival de Cinema Budista de Catalunya (Facebook)

Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes

Fundación Dharma-Gaia

Buddhist Film Foundation

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Festival de Cinema Budista de Catalunya (FCBC)

Edición especial: «El budismo y el cine»

Introducción editorial a la edición especial: «El budismo y el cine»

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Buddhism in Barcelona: The First Buddhist Film Festival in Catalonia

Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes (CCEB)

Es una asociación sin ánimo de lucro que nace en 2007 para coordinar y crear sinergias entre las entidades y centros budistas de Cataluña y las Islas Baleares con la voluntad de presentar y representar el budismo en la sociedad en la que, desde hace cuarenta años, ha ido arraigando. Forman parte de la CCEB una treintena de miembros, de diferentes tradiciones: zen, tibetana, china, coreana, vietnamita, entre otras.

Fundación Dharma-Gaia (FDG)

Es una fundación cultural privada, sin ánimo de lucro, comprometida con el medio ambiente, que promueve, entre otras actividades, cursos académicos universitarios, conferencias y seminarios exposiciones, producción de vídeos y documentales, publicación o coedición de libros sobre budismo. Organiza cursos y publicaciones académicas sobre budismo en colaboración con la Universidad Rovira i Virgili, es entidad colaboradora de la revista Buddhistdoor en Español, y desarrolla proyectos en España y América Latina.

Buddhist Film Foundation (BFF)

Es la entidad organizadora del Festival Internacional de Cine Budista, con sede en Oakland, California, USA, y que desde 2003 ha estado presente en diferentes rincones del mundo, como Los Ángeles, Washington DC, Londres, Ciudad de México, Amsterdam, Singapur, Tailandia, entre otros. En un futuro, los organizadores de BFF pretenden traer su festival internacional a Barcelona.

Hijas del Buda: budismo y cine con la venerable Daehae Sunim

CRAIG C LEWIS

La 18ª Conferencia Internacional Sakyadhita se celebró recientemente en Seúl bajo el lema «Viviendo en un Mundo Precario: Impermanencia, Resiliencia, Despertar». Del 23 al 27 de junio de 2023, más de 3.000 monásticas budistas, laicas, invitadas y dignatarias de Corea del Sur y de todo el mundo se reunieron para compartir sus experiencias e investigaciones, y para brindar apoyo y aliento a proyectos e iniciativas para mejorar la vida de las mujeres budistas. El foro de cinco días brindó la oportunidad de ponerse al día con viejos amigos de todo el mundo, forjar nuevas conexiones, aprender e intercambiar ideas, inspirar y ser inspirado.

La venerable Daehae Sunim. Imagen cortesía de la venerable Daehae Sunim

BDG tuvo el privilegio de asistir a esta única manifestación de lo sagrado femenino en el budismo contemporáneo, y conocer a algunas de las mujeres que están trabajando para dar forma al rostro del budismo hoy. Entre las muchas monásticas femeninas que asistieron a este notable foro se encontraba la venerable Daehae Sunim, una bhikṣuṇī coreana y maestra del Dharma con 28 años de experiencia que ha estado explorando el medio del cine como medio para comunicar conceptos espirituales y filosóficos a una audiencia más amplia. BDG se sentó con la venerable Daehae Sunim al margen de la conferencia para aprender sobre su trabajo como cineasta budista.

Imagen del rodaje de Sermón de la Montaña.

Junto a su trabajo como maestra del Dharma en su monasterio cerca de la ciudad surcoreana de Gyeongsan, la venerable Daehae Sunim ha estado escribiendo y dirigiendo películas desde 2007, con más de 90 cortometrajes a su crédito, incluyendo Las últimas palabras de Sócrates y ¿Cuál es mi verdadero yo!, que han obtenido 86 premios en festivales internacionales de cine. A finales de 2018, lanzó su primer largometraje, el galardonado El sermón de la montaña, que examina algunas de las principales preguntas filosóficas exploradas tanto por el budismo como por el cristianismo, con el objetivo de compartir una visión armonizada de estas antiguas tradiciones espirituales que podrían ayudar a promover la felicidad y la paz en nuestro mundo atribulado.

«Originalmente, estaba pensando en hacer una película sobre los valores humanos que podría ayudar a las personas de todo el mundo a vivir más pacíficamente y promover la armonía religiosa», dijo la venerable Daehae Sunim—también conocida como directora de cine por su nombre laico, Yoo Young-Uee—a BDG. «Siempre he intentado basar mis enseñanzas en la comprensión de la esencia de la vida humana, pero al observar las tendencias globales actuales, me di cuenta de que los libros y la palabra escrita pueden que no sean la mejor manera de difundir este mensaje; ahora todo se trata de las películas como medio de comunicación masiva. Así que pensé que sería más útil y eficiente compartir un mensaje sobre la verdad de la vida, la esencia de la naturaleza humana, con las personas del mundo utilizando esta película».

En la superficie, El sermón de la montaña, es una película bíblica, centrada en un grupo de ocho jóvenes cristianos que se reúnen en una cueva misteriosa para reflexionar y debatir las preguntas que tienen sobre su fe: ¿Por qué el mundo está lleno de desastres si existe un Dios omnipotente? ¿Qué es el árbol del conocimiento y el fruto prohibido? ¿Por qué Dios hizo el fruto y dejó que la gente lo recogiera y lo comiera? ¿Por qué nacimos en pecado por lo que hizo Adán? Si Dios creó al hombre, ¿por qué se considera pecador al hombre y no a Dios?

«En realidad, la verdad de la espiritualidad y la esencia de esta vida humana es básicamente la misma entre todas las religiones, ya sea cristianismo, budismo, islam, etc.», explicó la venerable Daehae Sunim. «En el budismo, tenemos un camino para alcanzar la iluminación a través de la fe, la comprensión y la práctica en la vida real, y avanzar hacia el despertar. Creemos que esta es una forma más útil y eficiente de realizar la verdad última de la vida a través del proceso de iluminación. En el caso del cristianismo, generalmente entendemos que el propósito principal es tener fe en Dios. Como tal, encontramos que el budismo es una enseñanza más eficiente para reconocer la verdadera esencia de la vida humana, y esta es también la razón por la que pude entender y reconocer fácilmente las similitudes espirituales entre el budismo y el cristianismo».

La venerable Daehae Sunim con el Papa Francisco. Imagen cortesía de la venerable Daehae Sunim

El sermón de la montaña aborda los conocidos conceptos budistas de no-yo (Skt: anātman) e interdependencia e interconexión (Skt: pratītyasamutpāda) investigando la relación cristiana entre el hombre y Dios y el sentido de separación que puede encontrarse allí, cuando, de hecho, Dios y la humanidad pueden entenderse como expresiones de una profunda e inefable unidad.

«En realidad, podemos reconocer que los humanos, Jesucristo y Dios son todos lo mismo. Y es por eso que, de manera similar, si miramos la esencia de la vida humana y todos los fenómenos, es toda una unidad interconectada», observó la venerable Daehae Sunim.

«Hay un miembro de la congregación en mi monasterio aquí en Corea que conoce muy bien la Biblia. Y le pedí que me mostrara dónde en la Biblia se expresan y abordan estos conceptos. Así es como pude trazar los paralelismos filosóficos entre el budismo y el cristianismo que forman la base del escenario de la película».

Además de las proyecciones en numerosos festivales de cine internacionales alrededor del mundo y una serie de premios, El sermón de la montaña ha sido previsualizada en la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, en observancia de la Semana de la Armonía Interreligiosa Mundial, y en la Universidad Pontificia Salesiana en Roma, deleitando a las audiencias, intrigando a los académicos y recibiendo elogios del Papa Francisco.

«En realidad, la retroalimentación positiva a esta película de la comunidad budista o de la comunidad cristiana no importa», señaló la venerable Daehae Sunim. «Lo importante es si las personas pueden entender la esencia del contenido de esta película. Incluso entre los cristianos, hay personas que tienen dificultades para entender esta película y hay personas que la entienden muy bien. Por ejemplo, hubo un sacerdote cristiano que me dijo que, aunque no estaba de acuerdo con mi premisa subyacente, reconocía que la película estaba muy bien hecha y presentada, por lo que no podía criticarla. Del mismo modo, entre la comunidad budista, hay personas que han entendido bien los temas y personas que han tenido dificultades para entender. Pero mi principal intención es subrayar las similitudes entre las creencias fundamentales de estas dos comunidades para ayudar a la humanidad en su búsqueda de significado y paz».

Venerable Daehae Sunim terminó de filmar su próxima película en abril de este año. Con la edición ahora en marcha, se espera que la película esté lista para su lanzamiento muy pronto. Se espera que El sermón de la montaña esté disponible en Netflix en un futuro cercano.

La Asociación Internacional Sakyadhita de Mujeres Budistas es el principal organismo mundial comprometido con la transformación de las vidas de las mujeres en las sociedades budistas, aspirando a empoderar y unir a las mujeres budistas, promover su bienestar y facilitar su trabajo en beneficio del Dharma y todos los seres sintientes. «Sakyadhita» significa Hija de Shakya (el nombre del clan del Buda histórico). Trabajando a nivel de base, Sakyadhita proporciona una red internacional entre las mujeres budistas, promoviendo la investigación y las publicaciones y esforzándose por crear igualdad de oportunidades para las mujeres en todas las tradiciones budistas.

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Craig Lewis creció en una familia escocesa trasplantada en el sur de Inglaterra antes de emprender, en contra de todos los consejos, buscar luz y sabiduría en lugares lejanos, en lugar de quedarse quieto y mirar hacia adentro. Después de repetidos encuentros con el Buddhadharma como periodista en Tailandia, Singapur, Hong Kong y en toda Asia, finalmente encontró refugio como editor senior en BDG, donde informa y escribe sobre la diversidad de manifestaciones contemporáneas del Dharma. Craig también es un entusiasta excursionista de montaña y fotógrafo, y encuentra especial inspiración en los pueblos, las culturas y las expresiones budistas del Himalaya. En su columna para BDG, “Chasing Light”, Craig busca documentar encuentros, experiencias y epifanías resultantes de su propio camino vacilante y vacilante hacia la liberación. Contacto: craig@bdglobal.org

¿Tiene sentido un río? A propósito del documental cinematográfico The Departure, de Lana Wilson

ALEIX RUIZ FALQUÉS

Uno de los fenómenos aparentemente más desconcertantes de las sociedades ricas es el alto índice de suicidios. Se trata de un problema muy particular por su componente tabú y por la imposibilidad de desentrañar cuáles son, verdaderamente, las causas que pueden llevar a una persona a quitarse la vida, siendo esta decisión una mezcla personal e intransferible de razonamientos lúcidos y confusos. En una sociedad que busca desesperadamente soluciones médicas científicas, eficaces y definitivas, a través del control de la materia tangible, la imposibilidad de predecir y tratar problemas de orden espiritual o mental se convierte en una fuente de constante frustración. Al mismo tiempo, es imposible no tomar cartas en el asunto, y se puede decir que cada cual hace lo que puede con los medios de que dispone, como quien intenta navegar a través de una densa niebla.

Portada del DVD del documental The Departure («La partida»), dirigido por Lana Wilson

El documental cinematográfico The Departure («Lapartida»), dirigido por Lana Wilson, aborda el tema del suicidio desde la problemática de la terapia preventiva. ¿Existe alguna fórmula para tratar a personas que tienen pensamientos suicidas? Ittetsu Nemoto, el monje zen japonés que protagoniza el documental, se dedica con cuerpo y alma a visitar y aconsejar a potenciales suicidas. Algunos muestran evidentes signos de desequilibrio mental, como el hombre que (comprensiblemente) no soporta ver a sus hijos una hora al mes y siente que ha fracasado como padre y como persona. Otros pacientes no muestran ningún signo que los pueda diferenciar de lo que llamaríamos el común de la gente. Sin embargo, el pensamiento recurrente de quitarse la vida se ha apoderado de sus vidas y se encuentran sin armas para afrontar la tentación de terminar con todo de una vez. Aquí es donde entra en acción el peculiar monje zen Nemoto, que recibe llamadas y mensajes de correo y teléfono sin parar, y está disponible las veinticuatro horas del día para atender a personas que están al filo del precipicio.

Además de visitar a sus «pacientes», el monje Nemoto organiza un retiro periódico llamado «la partida» (the departure, en inglés). Se trata de un ejercicio de meditación grupal sobre la muerte y el dejar atrás las cosas y personas más queridas. Es una especie de simulacro de la propia muerte. El monje pide a los participantes del taller que escriban en tiritas de papel las nueve cosas de las que no podrían prescindir. Luego les pide que vayan restando tiritas hasta que solo queda una: aquello que elegirían si solo pudieran preservar una cosa. Pero también esta tirita de papel debe ser finalmente descartada. «Mi madre» se lee en el papel de una participante; «mis memorias» dice el de otra, «viajar por el mundo» ha escrito otro participante. Uno tras otro va descartando el último papelito que les queda. «Ahora lo habéis perdido todo. Esto es la muerte.»

El monje Nemoto con una de las participantes en su retiro. Fuente: http://lanawilson.net/projects/the-departure/#trailer/3/

Lo más destacable del método de Nemoto es su falta de sistema, la ausencia de protocolo. Él se deja llevar por la compasión, estrictamente hablando. No siente el dolor y la confusión de sus pacientes como algo ajeno. Está emocionalmente implicado y comprometido con ellos. Quizás es verdad que el monje no posee grandes dotes de oratoria. En sus conversaciones con los potenciales suicidas no se apresura a dar una respuesta completamente articulada y racional a los problemas que se plantean. Más bien se dedica a escuchar con su corazón, a intentar vivir lo que vive la persona que sufre. No va con la teoría o con el protocolo por delante. En este sentido, Nemoto es un terapeuta zen y no un psiquiatra al uso. No busca juzgar al suicida, parece que ni tan solo intenta impedir que se cometa el suicidio. El propio Nemoto sugiere a veces que también él siente a menudo la pulsión de acabar con todo. Con este tipo de conversación tranquila y casual actúa como un espejo, para que la otra persona pueda entender mejor el porqué de su frustración y su deseo de desaparecer.

Uno de los temas recurrentes en la enseñanza del maestro Nemoto, que por otro lado es una enseñanza vaga y nebulosa, es la imposibilidad de dar sentido a aquello que no lo tiene de por sí. Cuando una de las chicas en uno de los talleres sobre la muerte le dice que a veces querría comprender el sentido de la vida, el monje le responde que quizás hay ciertas cosas que no tienen por qué tener sentido: «¿Acaso un río tiene que tener sentido?» Existe una diferencia sutil entre esta observación y el nihilismo que directamente afirmaría que las cosas no tienen sentido. El monje no afirma ni niega que la vida tenga sentido o no lo tenga. Simplemente cuestiona el planteamiento. ¿Tiene sentido preguntarse por el sentido? ¿Acaso todo tiene que tener sentido? ¿Es forzoso que así sea? Me parece que aquí reside la fuerza del discurso del monje Nemoto, pues sutilmente apunta a lo que podría estar en la raíz de la pulsión suicida: forzar a la vida a que ofrezca algo que no puede ofrecer y, por lo tanto, forzar un conflicto sin solución posible. Lo que Nemoto propone no es una solución, sino un cambio de planteamiento, dar la posibilidad a otro tipo de planteamientos sobre la vida. 

El propio Nemoto se encuentra en una encrucijada que también refleja los dilemas de sus pacientes. Su salud es frágil debido a problemas de corazón. El estrés de su trabajo y preocupación constante con personas deprimidas están dejando mella en su salud y ponen en peligro su vida. Pero él afirma en un momento que quizás una buena vida no tiene por qué ser larga. Una vida breve, pero entregada a la ayuda al prójimo, es en definitiva una buena vida. «Quizás algunos lo vean como una forma de suicidio» se plantea en un momento. Lo único que preocupa a Nemoto es que su mujer y su pequeño hijo sufran a causa de él y por ello parece que al final decide cambiar de estilo de vida.

En efecto, uno de los elementos más pintorescos de este monje es que visita discotecas y baila, se emborracha y tiene familia. Se hizo monje porque vio en un anuncio en el periódico que se buscaba a monje para hacerse cargo de un monasterio zen. El hecho de que solicitara el puesto, sin embargo, no es casual, ya que Nemoto se encontraba en un momento de cambio después de un gravísimo accidente. Abandonó su antigua vida bohemia y hedonista, en la que ya no encontraba ningún sentido. Parece que en este caso el hábito sí hizo al monje y, aunque en ningún momento del film se alude a la doctrina budista, la forma como Nemoto encarna las virtudes de la compasión y la generosidad es conmovedora.

Escena de rodaje del documental The Departure («La partida»), con Lana Wilson, la directora, encargándose del sonido ambiente. Fuente: https://chickeneggpics.org/grantee/the-departure/

El film es de una notable belleza estética, a veces un tanto cruda y austera, y un ritmo lento que deja espacio para ir reflexionando sobre las conversaciones. Un aspecto interesante y atractivo de este documental cinematográfico es que prescinde del formato de entrevista directa al protagonista. Seguramente esto se debe a que el propio protagonista se dedica, de algún modo, a entrevistarse continuamente con otras personas. Uno no sabe si se trata de una obra de ficción o de un reportaje. También la estructura del relato rehúye las convenciones y está planteado de forma circular, con un final anticlimático, en el que parece que estamos de vuelta al principio, eso sí, con una sensación contradictoria de no saber si las cosas han cambiado o siguen igual, una sensación de atemporalidad que de algún modo simboliza esta pausa para la reflexión que Nemoto intenta ofrecer a sus compañeros y compañeras.

Este es el segundo film de Lana Wilson, que ya había codirigido junto a Marta Shane After Tiller (2013), un documental sobre médicos abortistas en los Estados Unidos. Más recientemente ha dirigido el documental Miss Americana (2020), sobre Taylor Swift. Sus obras denotan un interés por los puntos de vista marginales y polémicos, y tienen un claro componente de crítica social. En el caso de The Departure logra profundizar en el drama del sufrimiento humano, del suicidio en general (no solo en Japón), y logra retratar la actividad de un monje terapeuta de una forma fiel y respetuosa, con un arte simple y lleno de sutileza, con una elegancia y una ausencia de pedantería dignas del mejor arte zen.

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Aleix Ruiz Falqués (Barcelona, 1982) es Licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Barcelona (España), Master en Sánscrito por la Universidad de Pune (India) y doctor en Estudios del Asia del Sur (especialidad de pali) por la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Su campo de investigación es la literatura buddhista en pali, específicamente la tradición birmana. Actualmente es profesor de lengua y literatura pali en la Shan State Buddhist University, Taunggyi (Myanmar), y profesor de pali en el Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (www.iebh.org). Tradujo junto a Abraham Vélez de Cea y Ricardo Guerrero el libro de Bhikkhu Bodhi En palabras del Buddha (Kairós, 2019) y próximamente publicará el libro Los últimos días del Buddha: El Mahāparinibbānasutta pali con el comentario de Buddhaghosa (Trotta, 2022).

*Este artículo forma parte de la edición especial: «El budismo y el cine» de Buddhistdoor en Español

Una entrevista con Ella Manzheeva, directora del nuevo documental Geshe Wangyal: Con la bendición de las tres joyas

LYUDMILA KLASANOVA

Geshe Ngawang Wangyal (1901–83), a veces conocido como «el primer lama de Estados Unidos», fue un monje budista y erudito nacido en la provincia de Astracán de la República Rusa de Kalmukia. Dejó su hogar en 1923 y pasó más de 30 años en el Tíbet y la India. En 1955, Geshe Wangyal viajó a Estados Unidos, donde pasó el resto de su vida como una figura clave en la difusión del budismo en Occidente. Abrió el primer centro de Dharma tibetano en Occidente, preparó a la primera generación de eruditos budistas tibetanos en Estados Unidos y enseñó en la Universidad de Columbia. Era un amigo cercano de Su Santidad el Dalái Lama, y ayudó a desarrollar el código para la CIA que ayudó a la salida del Dalái Lama del Tíbet. 

Geshe Wangyal: With Blessing of the Three Jewels, estrenado el 16 de noviembre en el Asian World Film Festival de Los Ángeles, es un documental sobre su vida. Fue escrito, dirigido y producido por Ella Manzheeva, la primera directora de cine de Kalmukia, coproducido por Victoria Lupik y Zayana Pompaeva, y contó con Ekaterina Orlovskaya como directora de fotografía.

Con un guion dinámico, una cinematografía profesional y una partitura musical bellamente meditativa, compuesta por Anton Silaev, el documental presenta la dramática historia del increíble viaje mundano y espiritual de Geshe Wangyal. La película es un documento histórico de un episodio esencial en la historia moderna del budismo tibetano, de las conexiones espirituales y políticas entre el Tíbet, India, Rusia y los Estados Unidos, y de la difusión del budismo en Occidente gracias a los esfuerzos de un gran maestro que plantó semillas kármicas en los corazones de sus discípulos y en su tierra natal Kalmukia. La película también cuenta con Su Santidad el Dalái Lama, Telo Tulku Rinpoche, Robert Thurman, Jeffry Hopkins, Joe McClearly, Joshua y Diana Cutler, y muchas otras figuras del mundo budista.

Buddhistdoor Global tuvo el privilegio de entrevistar a Ella Manzheeva el día del estreno de su película. 

Su Santidad el Dalái Lama. Imagen cortesía de Ella Manzheeva.

Buddhistdoor Global: ¡Hola Ella, y gracias por compartir tu tiempo con nosotros! ¿Puede contarnos un poco sobre quién es Geshe Wangyal a los ojos de una joven calmuca?

Ella Manzheeva: En Kalmukia, el nombre Geshe Wangyal desafortunadamente no es tan familiar. Si me preguntas quién es Geshe Wangyal para mí, puedo decir que al trabajar en esta película y comunicarme con él a través de sus alumnos, él es, por supuesto, un maestro para mí. Nunca consideré esta película como un proyecto cinematográfico: soy budista y esta era mi práctica. 

Pasé por muchas transformaciones personales durante la realización de esta película. Aprendí mucho sobre mí misma. La vida de Geshe Wangyal es tan vasta e inspiradora que nunca puede caber en una película. Espero que de alguna manera haya podido seguir un hilo importante de su vida: a qué dedicó su vida, de dónde vino su inspiración y en qué creía firmemente. Probablemente esta película trata sobre eso.

BDG: ¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

EM: Sucedió por casualidad. Una persona me contactó de la nada y abrió la puerta preguntándome si quería hacer una película sobre Geshe Wangyal. Por supuesto, dije que no. Este es un tema muy complicado, uno puede verlo solo leyendo la biografía de Geshe en Wikipedia, como directora sé perfectamente cómo funciona todo, y por supuesto, me negué. Después de la reunión comencé a leer más sobre Geshe Wangyal. No podía parar. Desde la mañana hasta la noche, leí sobre él constantemente a través de libros que encontré que estaban conectados con su nombre. Una semana después llamé a esta persona y le dije que quería volver a hablar sobre este tema. 

Este documental fue concebido originalmente como un largometraje. El documental que el público verá ahora fue filmado con el propósito de investigar para escribir un guion completo sobre un tema sobre la vida de Geshe Wangyal. Esa era la idea. Nadie sabía que tomaría tanto tiempo; ¡Han pasado cinco años! Y ahora puede que no haya necesidad de hacer un largometraje. No sabía si estaba lista para eso, pero logré obtener algunas entrevistas únicas. ¡Todas y cada una de las personas con las que Geshe Wangyal estaba conectado y que participaron en la película podrían tener una película hecha sobre ellos! Cada una de estas personas tiene una historia única. Por supuesto, esto fue difícil para mí porque también quería contar sus historias, especialmente la de Su Santidad el Dalái Lama.

El mayor desafío fue asegurarse de que esto no se convirtiera en una película sobre Su Santidad. Fue muy difícil encontrar un equilibrio y encontrar lugares para que Su Santidad fuera incluido en la misma línea de tiempo con los nombres de las otras personas respetables. Y, al mismo tiempo, no debería ser el protagonista principal porque ese es Geshe Wangyal. Hubo cortes anteriores en los que todos decían que esta era una película sobre el Dalái Lama, por lo que fue difícil para mí como director encontrar un equilibrio. Este no era mi personaje con el que podía hacer nada o editar la película como quisiera. Decidir no editar nada, sino seguir la vida de Geshe fue muy difícil. Deliberadamente hice esta película como una ofrenda. No es mi película; soy una persona diferente como directora y esta es mi pequeña oferta.

Roberth Thurman. Imagen cortesía de Ella Manzheeva

BDG: ¿Cómo era el ambiente de trabajo entre este equipo de producción mayoritariamente femenino?

EM: La película fue hecha por mujeres, eso es cierto. La directora de fotografía, la productora y las coproductoras también eran mujeres, así como yo. No elegí deliberadamente mujeres; Sucedió naturalmente. Pero probablemente fue muy conveniente porque, en primer lugar, había un sentido de entendimiento mutuo entre nosotras y, en segundo lugar, era técnicamente muy conveniente. Durante los cuatro meses que estuvimos rodando con la directora de fotografía, prácticamente vivimos juntas las 24 horas del día. Pasamos un mes en la India y un mes en Estados Unidos. Volé a Hong Kong para reunirme con Gyalo Thondup, el hermano de Su Santidad, y estábamos en Kalmukia. Recibimos ayuda de la diáspora calmuca en Nueva Jersey, Carolina del Sur y California. No viajamos al Tíbet, pero un hombre filmó en el Tíbet específicamente para esta película.

BDG: ¿Cómo te sientes hoy, el día del estreno?

EM: Estoy muy feliz. Hoy es un día especial. Cuando has pasado mucho tiempo haciendo algo, sientes que estás embarazada, llevas el proyecto contigo durante meses y años. Y ahora finalmente parece que se está haciendo realidad. Estoy muy contenta de que hoy, por primera vez, compartiré la película con la gente y comenzará su propia vida. Lo que la gente dirá, les guste o no, no es realmente mi preocupación y no es mi responsabilidad. 

Con el estreno de hoy, estoy terminando esta historia. Estoy muy contenta de que la película se muestre por primera vez en los Estados Unidos porque esta es una historia estadounidense. No hay una sola palabra en ruso. Por supuesto, es muy importante para mí mostrar la película en Kalmukia porque muy pocos calmucos saben quién era Geshe Wangyal. En mi opinión, él es el Kalmyk más grande de los últimos 2.000 años. Esta es solo mi opinión, pero no conozco ningún otro calmuco en la historia cuyo destino los haya llevado a participar en el paisaje geopolítico del mundo, en parte por casualidad, pero tampoco por casualidad debido a las cosas increíbles que Geshe Wangyal ha hecho.

Sé que esta película plantea muchas preguntas porque es un adelanto para una exploración de todo el cuerpo del budismo tibetano tal como se desarrolló en el siglo XX, y cuán difíciles fueron las circunstancias después de la invasión china del Tíbet. Así que esto es efectivamente un adelanto de una historia mucho más grande que no se puede contar en un documental de 90 minutos.

Ofrenda de mandala con bandera americana. Imagen cortesía de Ella Manzheeva

BDG: ¿Dónde podemos rastrear los resultados de la contribución de Geshe Wangyal?

EM: En Kalmukia. Geshe Wangyal llegó a América y conoció a Diluwa Khutuktu, la encarnación anterior de Telo Tulku Rinpoche. ¿Te imaginas que Telo Tulku Rinpoche, un calmuco que nació en América y en su vida anterior fue Diluwa Khutuktu, vino a Geshe Wangyal y lo llevó a ver a Su Santidad el Dalái Lama? Luego Telo Tulku Rinpoche fue a la India, estudió en un monasterio tibetano, siguió el consejo del Dalái Lama, y juntos fueron a Kalmukia, donde se convirtió en el shajin lama (lama supremo) de los calmucos y permaneció allí durante los siguientes 30 años. Si no hubiera Geshe Wangyal, tal vez el Dalái Lama no habría venido en ese momento en que se necesitaba a Telo Tulku Rinpoche.

Cuando solicitamos una entrevista a la secretaria del Dalái Lama, el hombre que se suponía que debía darnos permiso dijo que cuando termináramos la película y hubiéramos realizado todas las entrevistas, nos darían una audiencia. Dijo que el pueblo tibetano nunca olvidaría lo que Geshe Wangyal hizo por ellos. Me sorprendió que el secretario del Dalái Lama ya supiera sobre la contribución de Geshe Wangyal, y le pregunté por qué pensaba así. Resultó que tan pronto como Su Santidad llegó a los Estados Unidos por primera vez, en ese momento todos los medios de comunicación dirigieron su atención al Tíbet. Hasta entonces, solo Taiwán estaba en el foco. La situación en el Tíbet era aterradora y la atención de los medios de comunicación internacionales ayudó a salvar las vidas de muchas personas comunes.

BDG: ¿Cuál es el mensaje más importante de la película?

EM: Lo más importante que el público puede ver en esta película es el éxito espiritual de Geshe. Si entienden el camino de Geshe Wangyal, será un ejemplo muy útil para todos. Geshe Wangyal dijo una vez: «Mantén tu motivación pura. Te ayuda a lograr grandes cosas». Y esto es cierto. Si algo va mal, significa que algo está mal con tu motivación. No hay necesidad de hacer un gran alboroto para resolver este problema, simplemente siéntate, medita y trata de purificar tu motivación. No necesitas salir, pero sí necesitas conocer tu ego. Esta es la clave. Si las personas pueden entender esto, realmente se volverán más felices. Creo que esto es muy importante. 

BDG: Muchas gracias, Ella. ¡Deseamos un gran éxito para esta película!

*Este artículo forma parte de de la edición especial «El budismo y el cine» de Buddhistdoor en Español.

«El Punk es mi Buda» Reseña cinematográfica

EFRAÍN VILLAMOR HERRERO

En la era del buda Gautama, aproximadamente 2500 años atrás, el concepto de Derechos Humanos aún no había sido ratificado como el estandarte del humanismo. Al igual que hoy, entonces eran violados continuamente, también de manera desapercibida, numerosos derechos que ahora creemos esenciales. El buda Gautama no creó un movimiento de revolución social. Aun así, nunca aceptó la violencia, ni la supremacía de ningún ser, fuera este humano o divino, por lo que, claro está, mucho menos aceptó que se discriminara a alguien por ser diferente. La película documental que reseño aquí, My Buddha is Punk (2015) exhibe con gran acierto y audacia narrativa la desesperanza y angustia social de Birmania, una sociedad resquebrajada, en la que el fundamentalismo «budista» ha respaldado durante años, escandalosas violaciones de los derechos humanos. Los genocidios cometidos contra la minoría musulmana de los rohinyás, puso en pie a un grupo de jóvenes budistas con el propósito de dar a conocer, tal atrocidad, pero, sobre todo, lo que ellos consideran que implica de verdad el budismo. Curiosamente estos jóvenes activistas insisten en que el punk es su único «buda». Creo que no hace falta reseñar que en el tiempo del buda Gautama, el punk no existía. Ahora bien, como aquí indico, dudo mucho de que el pensamiento humanista del fundador del budismo, sus enseñanzas y la historia que hay detrás del movimiento punk birmano de este documental, no tengan nada que ver entre sí.

La escenificación fotográfica del documental es magnífica, aun no siendo un especialista en la materia, me considero lo suficientemente cinéfilo como para poder afirmarlo. La rutina diaria de su protagonista nos permite viajar junto a sus ideales por diferentes templos budistas y lugares recónditos de Birmania. Su expresión serena durante la práctica meditativa contrasta con sus exacerbadas facciones a lo largo de las escenas que relatan el frenesí con que celebran sus conciertos. Su música, así como su activismo, viaja asimismo por las zonas más rurales de dicho país, con la misión de conectar con nuevas generaciones y hacer no solamente que se acerquen a su banda, sino también a sus principios. La intensa mirada de su protagonista, Kyaw Kyaw, apela de este modo por reformar la sociedad birmana mediante la fusión de la música punk junto con su interpretación de las enseñanzas budistas. 

Sinopsis de este documental

La historia documental de esta filmografía tiene como protagonista al activista birmano, Kyaw Kyaw, vocal del grupo birmano clasificado en el género rock-punk. Se hacen conocer como The Rebel Riot. Su intención es clara, revelarse ante el sistema establecido y poner en evidencia a través de su música, las violaciones a los derechos humanos que se dan en su país. Su motivación implica su interpretación del budismo, la cual pretende desligarse de la rígida relación que esta religión mantiene con las altas esferas políticas y tradiciones más arraigadas de su cultura. La historia es narrada desde el punto de vista de estos jóvenes, quienes se cuestionan el verdadero significado del budismo, expresando mediante el punk los valores que ellos consideran verdaderamente universales. 

Fotograma de My Buddha is Punk

Las nuevas generaciones representadas en el documental crecieron en la era de la dictadura birmana. Quizás por ello, parece que encuentran en el punk un canalizador a su búsqueda personal. Se identifican con este estilo de música y lo promueven como el espíritu del movimiento libertador que ellos mismos interpretan como el auténtico mensaje budista. Según las entrevistas públicas que ha dado el líder reconocido de la banda, el movimiento punk birmano, como fenómeno urbano, surgió en la década de los 90. En 2007, las protestas lideradas por determinados sectores de monjes, conocida como la «Saffron Revolution», derivó en que el fenómeno punk se estableciera como estandarte de la resistencia―afirma Kyaw Kyaw. Los principios humanistas, democráticos y budistas, de su sociedad son puestos en duda por este grupo de reformistas. Entre la idiosincrasia diaria de la capital birmana, Rangún, destaca el contraste de sus atrevidos atuendos punk, con los ropajes más conservadores de las gentes que transitan por las calles. El escepticismo ante las libertades individuales en su país, surge como parte de la rebeldía que estos jóvenes quieren transmitir, no solamente de la visión etnocentrista más arraigada en su sociedad, sino porque consideren precisamente se plantean que ésta dista cuantiosamente de la esencia del mensaje budista. Lo moderno contra lo tradicional no choca en esta historia como parte de una lucha generacional, sino más bien, se origina de una búsqueda de paz espiritual, desde el activismo social. Junto a los miembros de su banda Kyaw Kyaw trata de concienciar a los pueblos de su tierra sobre la carencia de herramientas democráticas de su sociedad, pero sobre todo de la constante violación de los derechos humanos resultante de la dictadura militar respaldada por la ortodoxia budista más acérrima. 

¿Por qué es necesario dar a conocer esta historia? 

El respaldo al recalcitrante discurso de odio desde ciertos sectores monástico-budistas de Birmania, en contra de mucho más que solamente la reputación social de los rohinyás, respaldó la campaña de genocidio étnico llevada a cabo principalmente por las fuerzas militares del país. Según el director de este documental, Andreas Hartmann, su propósito en filmar este documental fue dar a conocer la convulsa historia de Birmania, un país que, en 2011, tras más de cincuenta años manchados por la sangre de una tenaz dictadura, continúa sufriendo la violación de derechos humanos. Según los datos que facilita la organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, Human Rights Watch, la minoría étnica de los rohinyás en Birmania ha sufrido durante décadas discriminación e incesante represión. Los rohinyás son una minoría de origen bengalí, musulmana, los cuales mayoritariamente no cuentan con el reconocimiento nacional (en 1982 la Ley Civil birmana negó su nacionalidad). Como apátridas han sufrido la persecución, ejecución y discriminación durante muchos años. Los genocidios hacia su etnia a manos de las fuerzas militares birmanas durante los últimos años, han obtenido el interés de los medios internacionales, aunque el conflicto no parece haberse resuelto por completo. 

Según esta organización se estima que aproximadamente un millón de rohinyás conviven aglomerados en campamentos de Bangladesh, donde la gran mayoría de ellos se refugiaron tras los crímenes de guerra cometidos contra su etnia, en Birmania, durante agosto de 2017. Aproximadamente 600 000 de estas personas han sido menospreciadas por su etnicidad, siendo confinadas en diferentes campos de concentración a lo largo de este país. Esta desgracia no es ajena a la ortodoxia fundamentalista, la doctrina política que se reclama como «budismo». El meollo argumental de la trama de este documental, es precisamente una reflexión sobre el verdadero mensaje budista. Su historia reflexiona sobre si el fundamentalismo podría ser en realidad considerado como auténtico «budismo». 

Desde el punto de vista filosófico budista

Desconozco en persona a ningún monje birmano. Sé que el budismo lleva durante siglos asentado como su pilar religioso, y que, así como sucede en la gran mayoría de países del sudeste asiático, su principal vertiente se adscribe con el budismo theravāda. No obstante, por mi especialización y formación en la materia, además de que conozco suficientes personas, soy consciente de que el «hábito no hace al monje», tampoco dentro del contexto budista. El análisis ontológico del buda Gautama radicaba precisamente en esto, en que lo que realmente importa es lo que alberga el corazón. Desde el punto de vista de la filosofía budista, ¿cómo podemos interpretar el mensaje de este documental? Bueno, aunque creo que no es necesario hacer el spoiler, ya que responder a esta pregunta no requieren un exquisito conocimiento de las enseñanzas budistas; me gustaría exponer aquí brevemente algunos argumentos para la reflexión. 

Si el proceso mental (saṅkhāra) de albergar odio o rechazo (dosa) (ya sin tan siquiera pararnos a discutir que este pudiera justificarse hacia un determinado tipo de etnia) fuera útil para revertir (paṭiloma) las causas del sufrimiento (dukkha), el buda Gautama hubiera dejado constancia de ello en sus enseñanzas. Al contrario de esto, él, que promulgaba la compasión y empatía por todos los seres sintientes, profesó precisamente el mensaje opuesto. 

Nunca el odio hace cesar el odio, en este mundo.
Es el deshacerse del odio [lo que logra apagar la llama del odio]: esta ley es universal.
na hi verena verāni sammantīdha kudācanaṃ
averena ca sammanti esa dhammo sanantano (Dhammapada 5)

Como podemos intuir solamente con el análisis contextual de estos famosos versos, la desigualdad social, la sangre derramada de inocentes, así como el sufrimiento de otros seres (cualquiera que fuera su índole), no fueron temas que no preocuparan al buda Gautama. Aunque en su tiempo no se hubiera desarrollado del mismo modo aún el pensamiento nacionalista como sucederá en la historia contemporánea, la devastación surgida de la guerra entre diferentes reinos, comparte ideas etnocentristas con el conflicto birmano que aborda el documental. Mas allá del discurso apologético budista, desde el punto de vista académico (me atrevo a afirmar, precisamente por lo que me ataña), las enseñanzas del buda Gautama históricamente promovieron la práctica de los cuatro «refugios en Brahma», los cuales no son más que diferentes formas de expresar la cualidad más humana: la empatía. El amor universal, la compasión, alegrarse por los logros de los demás, son las prácticas altruistas que él definió como reparadoras, en primer lugar, para el que las pone en práctica, sobre todo cuando se realizan bajo el prisma de la ecuanimidad (upekkhā). El activismo de la banda punk-budista remite a la reflexión (aunque en ocasiones la expresen con demasiada distorsión en la guitarra, para mi gusto personal) de estas enseñanzas. El Óctuple Sendero (ariya aṭṭhaṅgika magga) es la base del mensaje ético budista. El Camino Medio, el método que el buda Gautama acuñó para que cada uno pudiera por sí mismo obtener su propia liberación implicaba más que meras palabras, hacer lo correcto. Lo correcto puede ser interpretable según la situación. Lo cual no quiere decir que eso no signifique hacer lo correcto. El buda Gautama nunca negó la conciencia (individual) del ser humano para discernir lo correcto, sino todo lo contrario. A pesar de que el buda Gautama y su grupo de seguidores renunciaron por completo a su estatus social, no cabe duda de que fomentó a lo largo de su vida la filantropía y el altruismo en todas sus vertientes posibles. Para él, hacer lo correcto siempre es aquello que nos «religa» con la verdad más absoluta. Kyaw Kyaw, tampoco pone en duda la capacidad individual de alcanzar la felicidad. Al igual que el buda Gautama, trata de promover en las personas la concienciación de esta capacidad, mediante su activismo social. Lo cual no es otra cosa, en mi opinión, que su interpretación de la compasión, el ejercicio que el buda Gautama recalcó sirve para desligarnos de todo aquello que nos ata a continuar sufriendo. Entre las actividades de voluntariado que el grupo punk birmano realiza destaca el Food Not Bombs («Comida, no Bombas», movimiento internacional que dio comienzo en Estados Unidos en la década de los ochenta), donde reparten alimento entre las personas más necesitadas. Él y su banda de punk no cesan en sus viajes por las zonas más rurales del país con el objetivo de ayudar a los más necesitados. 

Fotograma de My Buddha is Punk

¿No aferrarse, ni al propio budismo?

El renombrado monje chino Línjì 義玄 fundador de la escuela del budismo zen que lleva su nombre Yìxuán臨済 (en japonés leído Rinzai) dejó para la posteridad su mensaje resumido en la frase: «Si te encuentras con un buda, acaba con él». Este impactante consejo, aunque pudiera sonarnos paradójico, precisamente abogaba por desligarse de todo tipo de esencialismo (postura filosófica que el budismo desde sus inicios negó). El fundamentalismo religioso birmano, abanderado por ciertos sectores que se consideran a sí mismos budistas, parece no ser un rasgo particular de su pueblo, muy a pesar de lo que reivindica el movimiento nacional-centrista birmano. La filmografía que aquí reseñamos, o, mejor dicho, el problema central del que surge su historia, proviene precisamente de ahí, de la visión etnocentrista de aquellos que temen la desaparición de sus tradiciones. Interpretar los fenómenos de forma estática, como si fueran «cosas» independientes, (más que procesos interrelacionados) dista mucho de aquello que el buda Gautama enseñó. Para él, aferrarse a una idea (micchābhinivesa) derivaba de la interpretación errónea (micchādiṭṭhi), la cual a su vez repercute en que se actúe (micchākammanta) de una forma sesgada (micchāgahaṇa). Aquellos que así obran (micchācārī) dirigen su mente (micchāpaṇihita) en la dirección incorrecta, la cual encadena a continuar sufriendo. El afán (micchāvāyāma) y pensamientos (micchāsaṅkappa) que pudieran mostrarse en todo aquello que se realice en esta dirección que, recalcamos, nos agarra al sufrimiento, es detonante de una vida falsa (micchājīva). Algunos de los pasajes más antiguos del canon budista adscritos a la escuela theravāda recogen como enseñanzas directas del buda Gautama lo siguiente:

Sabiendo que esto es el sufrimiento, cuando estas experiencias, cuando se contempla que estos fenómenos son falsos (mosa), entonces en el momento que se contacta con ellos, su contacto se desvanece y se comprende su naturaleza (dhamma). Un monje que se precie, [es aquél] sin hambre, erradica sus sensaciones y se libera (parinibbuto)

etaṃ «dukkhan» ti ñatvāna mosadhammaṃ palokinaṃ phussa phussa vayaṃ passaṃ evaṃtattha virajjati, vedanānaṃ khayā bhikkhu nicchāto parinibbuto ti (Suttanipāta 739)

Conociendo el peligro de esto, que «la llama del apego» origina el sufrimiento un monje debe obrar conscientemente, actuando libre de apego, sin aferrarse [a nada]

Etam ādīnavaṃ ñatvā taṇhā dukkhassa sambhavaṃ vītataṇho anādāno sato bhikkhu paribbaje ti. (Suttanipāta 741)

En estos pasajes, de los más antiguos que se conocen del canon budista, la idea parece clara. El apego y el hambre, son dos metáforas que van más allá de las pertenencias materiales, no olvidemos que, en el contexto monástico budista, éstas, carecen de ningún sentido. ¿Entonces a qué se remite aquí con ello? Básicamente a desechar cualquier tipo de idea, o lo que es de otro modo deshacernos del etnocentrismo. La negación de un ente individual (anattā), ejercer la compasión y el altruismo para con todos los seres, así como muchas otras enseñanzas budistas, no son otra cosa que un llamamiento a ello mismo. Si queremos ser aún más concisos y elaborar el argumento, diremos que, de tal modo, el proceso cognitivo (basado en el ansia de nuestra consciencia por alimentarse con estímulos) puede ser deconstruido. Vamos que eso que consideramos como real cuando nos aferramos a aquello que experimentamos, no es más que el producto de la interdependencia entre la materia y la consciencia, lo que nos mantiene dentro de la existencia (saṃsāra). La deconstrucción del proceso empírico es el objetivo de la práctica budista. Si meditas, pero hieres a los demás, no eres budista. Si haces punk, pero ayudas a los demás (también te estás ayudando a ti mismo, de ahí la idea de que el altruismo es liberador), sí eres budista de verdad. Ser budista no implica llevar un hábito específico, sino comportarse de la manera correcta. Lo correcto no implica un comportamiento específico, depende de la situación. Lo que no es relativo es la dirección que eso ha de tomar para ser identificado como correcto. El objetivo siempre es el mismo, contrarrestar los efectos de lo que produce el sufrimiento. 

Desde el prisma del líder del grupo punk, ciertos sectores de la principal tradición religiosa de su país habían tolerado, basándose en el esencialismo, primero, que la sistematización política de la religión derivara en que ésta se desligara de su mensaje altruista original, pero sobre todo que ello resultara en algo que contradice aún más su mensaje conciliador: el odio y su mayor exponente, la violencia. El fundamentalismo generado por la ortodoxia religiosa no es exclusivo a Birmania. La fuerte vinculación con el sector político de la comunidad budista en otros países del sudeste asiático ha propiciado que ideas nacionalistas se respalden bajo el pretexto de no permitir que se desvirtúe aquello que estas personas creen. La conversación que el líder del grupo punk birmano, Kyaw Kyaw mantiene en el garaje con otros seguidores de su movimiento, testifica sobre la raíz de la discordia. Kyaw Kyaw indica que para comprender y poner en práctica el mensaje budista de una manera íntegra lo que se necesita de verdad es «cambiar uno mismo, desde el corazón». El joven apela por algo más de lo que en su país se ha sido establecido como budismo. Su búsqueda de la libertad spiritual es más que notable. Su canalizador es el punk, para él, su «buda».

Panorámica de Bagan Temple Myanmar (National Geographic)

Reflexiones finales

Estoy convencido de que al buda Gautama no le hubiera gustado mucho la música punk. De hecho, no estoy seguro ni de que, si la hubiera escuchado, la hubiera considerado «música», como tal. Bueno, esto quizás sea una opinión excesivamente subjetiva del autor. Aun así, de lo que no me cabe duda es de que el buda Gautama no hubiera desaprobado completamente la intención implícita en el mensaje de: «El Punk es mi Buda». Para todos los amantes del humanismo, la historia moderna de Birmania, pero sobre todo observar cómo ciertas personas han superado las adversidades y luchan por defender la Verdad, merece una visita a la hemeroteca, además de una profunda reflexión personal. 

Articles recomanats relacionats amb el documental

https://www.nytimes.com/es/2019/07/11/espanol/birmania-budismo-musulmanes.html  

https://www.punkethics.com/rebel-riot-interview/

https://www.sandrahoyn.de/portfolio/the-punk-of-burma/

https://www.theatlantic.com/international/archive/2017/09/saffron-revolution-good-monk-myth/541116/ 

Dhammika Herath. (2020) Constructing Buddhists in Sri Lanka and Myanmar: Imaginary of a Historically Victimised Community. Asian Studies Review 44:2, pages 315-334.

McCarthy, Stephen (2008). «Losing My Religion? Protest and Political Legitimacy in Burma», Griffith Asia Institute Regional Outlook Paper, No. 18.

Steinberg, D. (2008). Globalization, Dissent, and Orthodoxy: Burma/Myanmar and the Saffron Revolution. Georgetown Journal of International Affairs9(2), 51–58. http://www.jstor.org/stable/43133778

Efraín Villamor Herrero (Bilbao, 1986). Licenciado en filología japonesa y japonología (2012-2016) por la Universidad Prefectural de Yamaguchi (Japón). Doctorando, Universidad de Salamanca (2020-2023). Sus principales campos de estudio son el budismo indio y su influencia en el pensamiento japonés. En su Tesis Doctoral ha analizado diferentes relatos jātaka que se transmitieron a la literatura medievo japonesa. Es miembro del Grupo de Investigación Reconocido, EURASIA HUMANISMO (España), Society for the Study of Pali and Buddhist Culture y Japanese Association of Indian and Buddhist Studies (Japón) 

* Este artículo fue publicado originalmente en Fundación Dharma-Gaia